Un hombre le ofreció a su novia algo más para luchar por su vida cuando le propuso matrimonio en la cama del hospital, después de que ella despertara de un coma de un mes. Al poner los ojos en el hombre que ama después de 30 días en la oscuridad, ella dijo que sí.
La estudiante de salud pública Viktoria Cupay, de 25 años, tiene lupus desde 2016, una enfermedad autoinmune incurable que puede causar dolor en las articulaciones, fiebre, erupciones cutáneas y daños en los órganos. En 2019, Viktoria enfermó y su madre la llevó a la sala de emergencias del Centro Médico de la Universidad de Rush en Chicago, Illinois, pensando que era «otro brote de lupus».
Sin embargo, resultó ser mucho peor.
«La mayoría de los meses siguientes no los recuerdo», dijo Viktoria a The Epoch Times, «pero estaba sufriendo necrólisis epidérmica tóxica (TEN), una reacción alérgica extrema a un medicamento».
«Más del 50% de mi cuerpo estaba quemado, mi piel se desprendía y mis órganos internos estaban dañados», explicó. «Tuve que permanecer en coma inducido médicamente durante cerca de un mes».
Sin embargo, el novio de Viktoria, Nicholas Baldo, estaba cerca de ella cuando despertó. Tan pronto se estabilizó, vestido con equipo de protección, se acercó con una joya muy especial en sus manos: un anillo.
En las conmovedoras imágenes del mágico momento grabadas por la madre de Viktoria, Greta, él le pregunta a Viktoria: «¿Quieres casarte conmigo?». Incapaz de hablar, Viktoria le da la mano a Nicholas para aceptar el anillo y extiende ambos brazos para abrazarlo.
«Me sorprendí y me sentí honrada al mismo tiempo», recuerda. «Un musicoterapeuta estaba en la habitación tocando música para nosotros, y mi madre hizo muchas flores de papel para decorar mi habitación del hospital».
Viktoria, nacida en Filipinas y ahora residente en Chicago, conoció a Nicholas en San Francisco en 2018 mientras visitaba a un amigo. Describiendo al gerente de productos de software de 31 años como un joven «humilde y amable», ella, sin embargo, se sintió doblemente impresionada por su convicción de quedarse, en las buenas y en las malas.
«Cuando uno piensa en lo inimaginable, como que yo esté en coma —y que haya cambiado tanto, físicamente—, no habría pensado en que se quedara», dijo. «Cuando estaba en mi peor momento, Nick eligió ver lo mejor de mí, y eso es todo lo que he pedido en un hombre».
La propuesta de matrimonio estuvo a punto de no realizarse. La semana anterior, Viktoria tuvo varias situaciones de riesgo y emergencias en las que tuvieron que reanimarla dos veces. Sus seres queridos la vigilaban las 24 horas del día, viviendo prácticamente en su habitación del hospital. Viktoria cree firmemente que no habría salido adelante sin ellos, sin sus médicos y sin las enfermeras.
«En el hospital, me limitaba a decirle que todo iba a salir bien y que la queríamos», dijo Nicholas a Metro. «Si había buenas noticias, siempre se las compartía».
Después de pasar un total de 240 días en diferentes hospitales, Viktoria fue dada de alta. Y, poco a poco, su estado también mejoró.
Sin embargo, dado que no existe cura para el lupus y que, según la Clínica Cleaveland, la enfermedad requiere un tratamiento de por vida, Viktoria se enfrenta a muchos retos.
«Físicamente, el lupus es una batalla constante en la que siempre hay malas sorpresas», dijo a The Epoch Times. «Un año puede ser un problema de riñón, al año siguiente puede ser de mis intestinos, y si no es el lupus el que causa problemas, serán los efectos secundarios de mi medicación. Mentalmente, el lupus disminuye mis niveles de energía y me hace vivir con el miedo a otro brote».
Incluso cuando está «sana», Viktoria tiene que ir varias veces al mes al hospital para hacerse revisiones y análisis de sangre. Hay una «alta probabilidad» de que el lupus y la TEN estén relacionados, afirmó, ya que ambos intervienen en el funcionamiento del sistema inmunológico. Además, desde que entró en coma, Viktoria ha lidiado con complicaciones causadas por ambas enfermedades.
Viktoria admitió que, debido a su enfermedad, es difícil hacer planes, pero ella y Nicholas están entusiasmados con el futuro.
«En este momento estamos planeando nuestra boda», dijo. «Será en agosto de 2022, en Chicago. La celebraremos con familiares y amigos cercanos».
La futura novia reflexionó: «Con la vida vienen los desafíos, así que reconozcan y aprecien a las personas que estarán a su lado, pase lo que pase. Nunca den nada por hecho».
«Estoy eternamente agradecida con las personas que han estado ahí para apoyarme en mi camino», añadió Viktoria. «No estaría aquí hoy sin su amor y apoyo».
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