Una de las mejores jugadoras británicas de billar ha rechazado su primer contrato profesional en protesta por la decisión de permitir competir a jugadores transexuales.
A Lynne Pinches, de 51 años, le ofrecieron una plaza en el Ultimate Pool Tour, en el que participan los 32 mejores jugadores del mundo, pero no aceptó.
Según Pinches, el «clavo en el ataúd» fue el giro de 180 grados dado por la Federación Mundial de Billar Eightball (WEPF) a su política sobre transexuales.
La WEPF había dicho en agosto que los jugadores transexuales no podrían jugar contra «mujeres nacidas naturalmente», pero desde entonces ha dado marcha atrás en esta decisión.
Pinches, que ha sido apodada la «matriarca» de una familia de jugadores de billar y snooker, renunció a la oportunidad de un título nacional en protesta por enfrentarse a un jugador transexual en noviembre.
Dio la mano a su oponente, Harriet Haynes, que se identifica como transexual, antes de guardar su taco y ceder la final del torneo Campeón de Campeones Femenino sin jugar un solo tiro.
Y ahora ha rechazado un contrato profesional en señal de protesta.
«Me siento absolutamente desolada por haberme retirado, mi corazón quiere estar en el Ultimate Pool Tour. Me siento excluida aunque me he autoexcluido», dijo Pinches, de Norwich, Norfolk, a BBC Sport.
«Me atengo a mis principios. No quiero enfrentarme a los jugadores transexuales que estarían en esa gira. No me parece justo.
«No puedes despertar las esperanzas de cientos de mujeres y decir que vas a tener una sección sólo para mujeres en agosto y luego cambiarlo ocho semanas después».
Dijo: «No se trata de una cuestión trans, sino de equidad. No se trata de ningún individuo».
En declaraciones anteriores, Haynes respondió diciendo que los transexuales han competido en categorías femeninas durante 20 años y afirmó que no había «pruebas concluyentes» de una ventaja en este deporte.
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