La salud de Tienke Klein permaneció delicada después de ser liberada de un campo de concentración nazi. Después de una larga recuperación del trauma que había soportado, finalmente llegó al punto de no tener que visitar con regularidad a su médico. Entonces fue golpeada por un coche mientras montaba en bicicleta.
La experiencia la liberaría del campo de concentración que desde diferentes puntos de vista nunca había dejado.
Klein describió su reacción en un video publicado en NDE videos.com (un sitio web para compartir experiencias cercanas a la muerte).
«Estaba enfadada con Dios», dijo. Había terminado finalmente con el doctor y, bam [sic], en un momento pudo perder la vida debido a la ira que tuvo con alguien en la carretera.
«De repente fui expulsada de mi cuerpo y no estaba enfadada», expresó. «Apareció un resplandor de luz y sentí una energía que impregnaba todo, incluso a mí misma. Era completamente esa energía», dijo. «Fui amor, sabiduría, dinamismo», agregó.
De inmediato recibió respuestas a todas sus preguntas. «Me sentí tan feliz…, tan increíblemente feliz», recordó.
«En mi vida siempre me faltó energía, porque mi cuerpo sufrió mucho daño en el campo de concentración», dijo. Pero allí se sentía maravillosa y sana de nuevo. «No estaba muerta, pero tampoco en mi cuerpo», comentó.
Ella recibió dos mensajes claros. Uno de ellos fue: «La gente ama tanto como es capaz de hacerlo». Y el otro, «No necesitas ir a ninguna parte».
Cuando recobró el conocimiento, en ella seguía resonando su experiencia. Se sintió sola cuando se dio cuenta de que las cosas que la gente hablaba a su alrededor, no tenía ninguna sustancia, en comparación con la profunda verdad que acababa de experimentar. Pero entonces recordó el primer mensaje, «La gente ama tanto cuanto le es posible». Ella esperaba más de ellos, lo que la decepcionó.
El segundo mensaje le hizo dar cuenta de que, ya sea en la calle, en casa, o en un campamento de prisioneros, ella puede sentirse libre. Había visto su vida en un instante durante su experiencia cercana a la muerte (ECM), un fenómeno común para las personas que la han vivido.
“Me di cuenta que aunque salí de la prisión, todavía seguía tratando de salir de allí”, indicó. Se le había convertido en obsesión superar limitaciones.
“No necesito ir a ninguna parte para recuperar mi libertad”, dijo. “La razón siempre se encuentra debajo de todos los traumas. Y nadie puede quitar la razón del alma”, agregó.
Una de las investigadoras más influyentes de las ECM, Elisabeth Kübler-Ross, fue motivada para estudiar la muerte y las ECM, después de un viaje a un campo de concentración en 1945.
Ella visitó el campo de concentración ‘Majdanek’, en las afueras de Lublin, Polonia, después de la liberación, y charló con una mujer joven que se había determinado perdonar a Hitler, antes de abandonar el campo. Ella no quería difundir la ira y el odio al hablar de las cosas terribles que había visto. Esta mujer dijo a Kübler-Ross: “Todos dentro de nosotros tenemos un poco del mal que crea esas atrocidades”. Dijo que lo importante es sacar a “Hitler”, desde la parte interna de nosotros.
El significado de estas palabras representan la experiencia de Kübler-Ross con la muerte. En su camino de regreso a casa en Suiza, se sintió muy enferma y se desmayó en un bosque, se encontró tres días más tarde con fiebre tifoidea. Se dio cuenta de que había estado tan hambrienta y sin comida durante todo ese tiempo, que habría robado la comida de un niño si hubiera tenido la oportunidad. Vio el mal dentro de sí misma.
Se dio cuenta de que algo profundo pasa cerca de la muerte. Su investigación la llevó a escuchar muchas historias más increíbles y profundas de ECM.
Muchos regresan con problemas emocionales y espirituales resueltos y con un mayor sentido de propósito. Para muchos, las ECM confirman la existencia de otra vida y la naturaleza compasiva de ese otro reino.
El sobreviviente de un campo de concentración, el famoso psiquiatra Viktor Frankl, es muy citado en documentos sobre ECM, por su enfoque en la búsqueda humana de significado, y la comprensión de que el amor es una parte integral de ese significado.
En un viaje hacia una cámara de gas, Frankl escapó deslizándose a una línea diferente.
El escribió acerca de sus experiencias en los campos de concentración para prisioneros en su libro de 1973, “El doctor y el alma”: “Él mismo ya no puede entender cómo fue capaz de sobrevivir en la prisión. Desde entonces disfruta de la preciosa sensación de que después de todo lo que ha vivido y sufrido, ya no hay nada en el mundo a lo que pueda temer… Como resultado de esa experiencia, en el campo de concentración, un gran número de prisioneros aprendió nuevamente a creer en Dios”.
Klein señaló que todos los ideales a los que se iluminó durante su ECM, a veces se desvanecen en su vida diaria. Pero, ella se recuerda a sí misma cómo aprendió a sentirse libre y aceptar a los demás independiente del amor que ellos sean capaces de dar; en estos momentos de claridad, asoma la cabeza hacia atrás hasta salir de la niebla para tomar la luz.
Mira el video a continuación:
Su espíritu abandona su cuerpo cuando se suicida
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