Muchas veces las circunstancias nos llevan a tomar decisiones dolorosas, sin embargo debemos llevarlas a cabo aunque implique dejar a un ser querido en el camino. Aslan, un perrito golden retriever de siete años, tuvo que quedarse en Venezuela porque su familia no tenía los recursos necesarios para llevarlo con ellos.
Como muchos otros venezolanos, la familia Ocando tuvo que salir de su país en busca de una vida digna, y aunque habían llegado a un lugar seguro en Costa Rica, su corazón estaba entristecido porque que su querida mascota quedó atrás por falta de dinero.
“Llegamos a Costa Rica hace un año, ya que la situación de nuestra patria es muy complicada como muchos saben. Tuvimos que dejarlo a él ya que no sabíamos con qué nos encontraríamos acá; salir de nuestro país no fue nada fácil”, explicó la joven de 23 años Stefanía Ocando según reportó La Nación.
Aunque pasaba el tiempo, no perdían la esperanza de recuperar al viejo Aslan y preparaban postres para vender y así recaudar fondos para en el algún momento poder recuperarlo. Sin embargo, las cosas se pusieron mejores cuando la familia subió a las redes la foto de Aslan con un cartel que decía “me llamo Aslan, ayúdame a regresar con mi familia” y el caso se hizo viral, de acuerdo a la publicación de RPP Noticias.
Desiree Cubero, de la Red de Bienestar Animal, desde que conoció el caso de Aslan, también se sumó a la causa y fue quien se encargó de la logística.
“Fueron dos semanas de no parar. Desde que observé la publicación en Facebook yo sentía que debía ayudar. Es tan gratificante poder tenerlo de regreso y con su familia. Aslan nos revive a todos, y lo mejor es que fue gracias al apoyo de muchas familias costarricenses. Los ticos somos muy solidarios, y este caso quedó demostrado”, manifestó Desiree de acuerdo a la publicación de Teletica.
Y sucedió el milagro. Sus postres no solo se vendían rápidamente, sino que recibieron donaciones que les permitieron reunir el dinero necesario (3800 dólares) para traer a casa a su mejor amigo y también para ayudar a costear los gastos veterinarios del canino cuya salud se había deteriorado.
Aslan viajó desde Maracaibo en Venezuela hasta Panamá, para luego aterrizar en el Aeropuerto Juan Santamaría en Costa Rica el 23 de mayo pasado.
El encuentro fue muy emotivo. Aslan no dejaba de saltar, feliz de volver a ver a su familia y sus dueños no podían evitar derramar lágrimas de emoción.
“El perro nos reconoció de inmediato. Las lágrimas no las pudimos evitar. Hasta ahorita no podemos creer que Aslan esté acá. Ya estamos programando una cita con el veterinario para ya activarlo y darle mucho amor. Aún quedan personas que amamos en Venezuela, pero al menos ya logramos traer a un miembro muy importa para nosotros”, compartió Stefanía a Teletica.
Gracias a la solidaridad de los costarriqueños (ticos, como les dicen) la familia Ocando hizo realidad un sueño que muchos venezolanos alrededor del mundo desearían perder cumplir.
“Estamos muy agradecidos con los ticos, no sabemos expresar lo que sentimos, no imaginamos que fuera tan rápido. A Costa Rica le debemos mucho, por recibirnos y por traernos de regreso a nuestra mascota”, agregó Stefanía entre lágrimas.
Verse obligado a dejar todo para empezar una nueva vida no es fácil, pero cuando la familia está completa el desarraigo es mucho menos doloroso y, sin duda, nuestros mejores amigos peludos no se merecen quedar atrás.
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