Derek y Lindsay Lane, que están a punto de celebrar su 23º aniversario de bodas, establecieron como regla no decir nunca la frase de tres palabras «Te odio» en familia, y eso ayudó a sus cinco hijos a concentrarse en construir relaciones positivas entre ellos.
El señor y la señora Lane se casaron siendo muy jóvenes, al final de su adolescencia, y tuvieron su primer hijo cuando tenían 18 y 19 años. Siendo la fe en Dios el fundamento de sus vidas, los Lane sienten que fueron bendecidos en su familia y en su trabajo.
«Nuestro plan no era necesariamente comenzar una vida como padres adolescentes», dijo la señora Lane, hablando con The Epoch Times, «pero Dios ha sido bueno con nosotros a través de los desafíos del matrimonio adolescente y la paternidad».
Con el paso de los años, la pareja se instaló en Nashville, Tennessee, y trabajó mano a mano para construir una cultura familiar en la que hablar de forma grosera, no se considerara como una «conversación normal entre hermanos». Más bien, enfatizaron recordarles a sus hijos «el regalo que son el uno para el otro y que ser odioso no refleja el hecho de que un hermano es una bendición».
Los orgullosos padres dicen que su filosofía de crianza es simple: criar hijos que aspiren a glorificar a Dios a través de sus acciones y pensamientos.
Nunca decir palabras desagradables
Hoy en día, el Sr. Lane trabaja como profesional de TI y la Sra. Lane trabaja a través de plataformas de redes sociales alentando a las familias que educan en el hogar y que buscan vivir una vida intencional con sus hijos.
Desde el principio, incluso cuando estaban en medio del «caos de la paternidad joven», la pareja deseó que sus cinco hijos, Elisa, de 22 años; Ava, 19 años; Audrey, 16 años; Owen, 14 y Everett, de 12 años, fueran buenos amigos el uno del otro y hacer un «gran esfuerzo para crear» una cultura recta en su hogar.
«Éramos padres jóvenes, literalmente crecimos nosotros mismos mientras criábamos bebés», dijo la señora Lane. «No sé si alguna vez hubo un momento en el que establecimos intencionalmente la regla de que te odio no estaba permitido.»
«Se trataba más bien de establecer el tono en nuestro hogar de que los hermanos y hermanas son una bendición mutua y, por lo tanto, las palabras desagradables están prohibidas. Te odio caería bajo el paraguas de palabras desagradables, por lo que, naturalmente, quedó prohibido».
Ejercer el autocontrol
La pareja admite que las relaciones familiares se pusieron a prueba de vez en cuando. Sin embargo, al centrarse en la creación intencionada de lazos afectivos, siguieron estrechando sus lazos como familia.
La Sra. Lane dice que sus hijos a veces se «molestan, frustran y enojan» unos con otros, pero, como familia, se esfuerzan por practicar el autocontrol en su forma de reaccionar y «no arremeter unos contra otros».
«No son perfectos, pero nuestros hijos tienen amistades excepcionales entre sí», dijo, y agregó que sus hijos todavía han tenido que esforzarse para resolver sus diferencias en ocasiones. Y, al centrarse en la ofensa real en lugar de solo en las emociones involucradas, hace que sea «más fácil resolver el problema».
La orgullosa madre de cinco hijos admite que sus hijos podrían haber dicho algunas palabras desagradables algunas veces en sus últimos años de infancia, y las consecuencias generalmente fueron específicas para ese niño: perder el privilegio de los videojuegos o usar su teléfono.
«Llegar al fondo del asunto es la mayor solución al problema», afirmó. «Sí, las acciones negativas tienen consecuencias, pero si nunca abordamos los problemas de raíz, esas acciones negativas volverán a surgir una y otra vez».
El impacto positivo que este enfoque tuvo en la familia Lane es un reflejo de su crianza recta e intencionada.
«Ponemos énfasis en la bondad mutua, en que cada persona es una bendición y, a su vez, realmente disfrutamos estar juntos. Como niños mayores y adultos jóvenes, nuestros hijos se valoran unos a otros no sólo como miembros de la familia sino verdaderamente como amigos», dijo.
Los padres deberían ser los influenciadores
Para compartir las cosas buenas que aprendieron a lo largo del camino, la Sra. Lane difunde la alegría de ser padre a través de su página de Instagram, LanesLessTraveled. Cuando compartió su regla familiar de nunca decir «Te odio», la respuesta fue mayoritariamente positiva; sin embargo, a medida que el video comenzó a ser tendencia, hubo algunos comentarios negativos que llegaron.
«La mayoría de las respuestas negativas provienen de niños», dijo. «Esos niños probablemente simplemente no saben nada diferente. En una cultura donde se nos dice que nos pongamos a nosotros mismos por encima de todo y en una cultura donde la norma es que los hermanos se odien, discutan y peleen, entonces ¿por qué iban a estar de acuerdo con el autocontrol a la hora de responder a un hermano o hermana? La negatividad es sólo un reflejo de nuestra cultura».
La señora Lane aconseja a los padres que crían a sus hijos hoy en día: estén presentes y sean responsables.
«Los padres son la influencia número uno en la vida de los niños, o deberían serlo», dijo, y agregó que es desafortunado que en la cultura actual esa responsabilidad a menudo se transfiera a personas que tal vez no compartan los mismos valores y estándares que los padres durante los años más formativos de la vida de sus hijos.
«Nuestra cultura es un reflejo de ello», dijo.
Ella cree que si los padres pueden estar presentes para sus hijos, pueden ser «la mayor influencia» en la vida de sus hijos.
Para la Sra. Lane y su familia, tomar decisiones sabias y centradas en la familia marca la diferencia, y espera marcar una diferencia también en la vida de otras familias.
«Usamos nuestra plataforma para ser auténticos y vulnerables y para compartir la realidad de criar niños y ser conscientes de ello. Lo bueno y lo malo. Y reconocemos que la confianza que hemos construido con nuestra audiencia es verdaderamente un regalo que nos han dado al poder ayudar a alentar y hablar sobre las vidas de quienes (en su mayoría mamás) nos siguen», dijo la Sra. Lane.
Con información de Arsh Sarao.
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