Un vuelo de SkyWest Airlines hizo historia en la aviación en septiembre de 2019, cuando se convirtió en el primer vuelo comercial de la historia en ser pilotado por una pareja de madre e hija.
Aunque la capitana Suzy Garrett y su hija Donna hicieron el viaje hace más de un año, en las últimas semanas, su historia volvió a ser inesperadamente viral, con fotografías del dúo sonriendo desde la cabina de mando que se difundieron en las redes sociales, informó CNN.
Donna Garrett creció en el área metropolitana de Los Ángeles. Sus padres eran pilotos, y eso le parecía una cosa normal.
«Era el trabajo aburrido que mis padres hacían cuando iban a trabajar», dijo Donna, ahora de 26 años.
La realidad fue que su madre, Suzy, fue de hecho una verdadera pionera como una de las primeras mujeres pilotos de las aerolíneas regionales de EE.UU. SkyWest. Su padre, Doug, también voló 10 años para SkyWest antes de cambiarse a American Airlines.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que Donna se inspirara en la pasión de sus padres y en su libertad para explorar el mundo. Decidió seguir la carrera de aviación, y finalmente terminó al lado de su madre en la cabina de mando de ese vuelo histórico.
«Sabíamos que era realmente especial», dijo Suzy, que celebró 30 años en SkyWest cuando el dúo se juntó.
Ella recuerda «la reacción de todos los demás» como una de las partes más conmovedoras de la experiencia.
«Estaba realmente sorprendida, tan sorprendida como ahora que se ha vuelto viral, pero incluso ese día, no me he sacado tantas fotos desde mi boda», dijo. «Pasajeros tomándose fotos con nosotras, los que trabajan con el equipaje, azafatas de vuelo… Eso solo ayudó a hacer el día aún más especial, el apoyo fue realmente maravilloso».
La imagen de las dos compartiendo un vuelo en los asientos del piloto ciertamente capturó un momento familiar feliz, pero también simbolizó un logro significativo en el duro viaje que enfrentan muchas mujeres pilotos. La pareja cree que esta es una de las razones principales por las que la historia resonó en el mundo.
Aunque la profesión sigue estando ocupada predominantemente por hombres blancos, Suzy dice que no se enfrentó a ninguna discriminación en la cabina de mando y que sintió que tenía «la misma cantidad de oportunidades» que sus colegas masculinos.
Cualquier comentario sarcástico provenía de aquellos menos familiarizados con el trabajo, y señala que: «Fuera de la profesión, he tenido que ganarme a la gente».
La aviación sigue teniendo su problema de diversidad, pero Suzy dice que ha sido alentador ver el cambio de actitudes durante las tres décadas que ha volado. Pensar que ella puede haber ayudado a inspirar a las jóvenes a entrar en la industria es también gratificante, dijo.
«Ha sido muy agradable, y saber que realmente ha inspirado a mi hija ha sido la cereza del pastel», añadió.
Donna comenzó a volar en la universidad y se unió a SkyWest en abril de 2019.
«Seré honesta, no me había dado cuenta de lo pionera que era mi mamá en este campo hasta hace poco», dijo Donna.
Ambas mujeres creen que lo que representan es un paso importante para alentar a más mujeres a entrenar para convertirse en pilotos.
«El hecho de que las chicas más jóvenes vean a mujeres en la cabina haciendo esto, es ese tipo de momentos que inspirará a las mujeres a perseguir algo que tal vez nunca pensaron que fuera una posibilidad para ellas», dijo Donna.
Tanto Donna como Suzy hablan con cariño de la época en que pudieron volar juntas, y ambas esperan que el hijo de Suzy, Mark, también se les una algún día en los cielos. Él es un piloto recientemente calificado y estaba listo para unirse a SkyWest antes de que la pandemia llegara.
«Lo que creo que sería muy bueno es que Donna fuera capitán y él su primer oficial», dice Suzy. «Y tal vez yo esté sentada atrás como pasajera. Creo que sería divertido».
«Sería un sueño hecho realidad», añadió Donna.
La pandemia ha detenido tristemente los planes de la pareja para repetir su experiencia en el equipo de vuelo en 2020. Ha tenido un efecto devastador en los viajes aéreos comerciales.
Actualmente, Suzy permanece en Los Ángeles, y Donna en Chicago. Como tantas otras familias, no han podido pasar mucho tiempo juntas este año.
Ambas, sin embargo, siguen teniendo esperanzas en el futuro.
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