Las antiguas artes de China fueron casi eliminadas. Descubre dónde se encuentran ahora (Parte II)

Después de décadas de opresión, el régimen comunista no logró destruir la esencia del pueblo chino

Por The Epoch Times
01 de abril de 2019 4:59 PM Actualizado: 01 de abril de 2019 6:47 PM

Las civilizaciones vienen y van. Ellas se forman de gente primitiva dentro de imperios culminantes y luego disminuyen a la oscuridad, y unos pocos cambios dentro de algo nuevo o una ruptura con el pasado, permite a la gente continuar aunque la cultura se disuelva. Como Egipto y Roma, las personas permanecen en ese lugar, pero han cambiado su idioma, arte, espiritualidad y todo lo que los distingue.

Mientras Shen Yun Performing Arts continúa con su gira mundial presentando las tradiciones perdidas de la antigua China, La Gran Época ofrece una mirada cercana a estas artes, su estado actual en la China de hoy, su innegable influencia en nuestro mundo y la importancia de su milagrosa recuperación. China es vieja. Es una frase corta, pero las implicaciones de ese simple hecho son profundas.

De todas las civilizaciones que existen en la actualidad, se podría argumentar que sólo China ha mantenido su continuidad cultural. Bueno, casi. Desde que el Partido Comunista Chino (PCCh) llegó al poder hace 60 años, la cultura ha estado bajo constantes ataques, y los cimientos espirituales que definen la sociedad china han sido sustituidos por el ateísmo y el materialismo.

Cuadros del Partido Comunista cuelgan una pancarta en el cuello de un hombre chino durante la Revolución Cultural de 1966. Las palabras en la pancarta dicen el nombre del hombre y lo acusan de ser miembro de la “clase negra”. (Dominio Público)

Y aún hoy, después de décadas de régimen comunista y campaña tras campaña, el PCCh nunca logró destruir la esencia del pueblo chino. Eso no significa que es fácil de encontrar, pero sí ha podido sobrevivir.

Hay sombras de la cultura China emitidas en todo el mundo, pero muy a menudo no se puede encontrar la luz. Las actuales leyes autoritarias de China han tratado de recoger vestigios de la cultura china y comercializarlas en un esfuerzo por cambiar la imagen de un régimen destacado por su abuso hacia el pueblo chino.

Un hombre chino mira una pintura del líder comunista Mao Zedong declarando la formación de la República Popular de China, en la puerta de la ciudad prohibida en 1949. A pesar de que el Partido Comunista Chino clama lo contrario, la historia del PCCh está llena de engaños y de la sangre de inocentes. (Crédito: GOH CHAI HIN/AFP/Getty Images)

Pero esos esfuerzos han recopilado un poco más que una perversión de las profundas tradiciones. Los templos que una vez se dedicaron a la permanente búsqueda de la iluminación, se convirtieron en destinos turísticos con formalidades religiosas al servicio de la exhibición.

(Crédito: Pixabay)

Se podría argumentar que el hecho de que las tradiciones religiosas no están permitidas en absoluto, o que las danzas tradicionales con temas religiosos ahora pueden realizarse, muestra una reaparición gradual de estas tradiciones en China, pero le falta un punto crucial: el régimen sólo permite esto después de suprimir una generación, a fin de separarlos de aquellos que llevaban la verdadera esencia de esas tradiciones y quienes debían dejarla en herencia.

Un linaje crucial fue interrumpido, y ahora lo que se encuentra en exhibición en la China de hoy, sólo es lo más superficial de esas tradiciones.

‘Chinascope’, un grupo periodístico de investigación que analiza los medios de comunicación estatales de China, señala que el Diario del Pueblo publicó un artículo sobre la importancia de entender las «funciones» realizadas por esta industria cultural reemergente.

Ahora, como ha ocurrido durante los últimos 60 años, el partido sostiene que la cultura se utiliza para guiar a la opinión pública, y el artículo insiste en que las obras culturales muestran una dirección de cultura socialista avanzada. El objetivo de la industria cultural es la de establecer «el sistema de valores básicos del socialismo», afirma el autor.

Niños realizan un baile para celebrar el Día Nacional en Lianyungang, Jiangsu Provincia de China. Chinese people (Crédito: VCG/Getty Images)
Niños realizan un baile para celebrar el Día Nacional en Lianyungang, Jiangsu Provincia de China.(Crédito: VCG/Getty Images)

El Diario del Pueblo es el periódico oficial del PCCh, y sus opiniones son las mismas a las del régimen gobernante que quiere adoptarlas. Se toma como referencia para que aquellos que participan en actividades sepan dónde se encuentran los límites. Por lo tanto, de todas las compañías artísticas que el régimen chino trata que desfilen por todo el mundo, ninguna está libre de esta meta y dirección general.

Y aún a pesar de esto, la sorprendente riqueza tradicional de las artes chinas ha sobrevivido; llevando al mundo y alimentando a países libres de América, Europa, Asia y otros lugares, con la naturaleza esencial de las representaciones artísticas chinas que han sobrevivido más notablemente, tal vez, en el trabajo de Shen Yun Performing Arts.

Shen Yun Performing Arts lleva al público a un reino de belleza, bondad y gracia. En la foto, una danza étnica tibetana. (Cortesía de Shen Yun Performing Arts)

Algunas de esas tradiciones sobreviven en forma alterada. Adoptadas por otras culturas que las utilizan para profundizar y desarrollar las tradiciones existentes; algunas artes escénicas chinas son amadas por todo el mundo, y aún las personas no tienen idea de que lo que están viendo en realidad es de origen chino.

Kaidi Wu actúa como Chang’e, la diosa de la luna, en el Concurso Internacional de Danza Clásica China 2016 de New Tang Dynasty Television. (Crédito: Larry Dai/The Epoch Times)

La gimnasia artística es el ejemplo más obvio. Las vueltas y caídas de este arte se exhiben asombrando audiencias, y aún pocos se dan cuenta de que estos movimientos están entre los más avanzados de la danza clásica china, sacados de sus antecedentes chinos y transformados en competencias atléticas.

Gimnasia Artística (Crédito: Lintao Zhang/Getty Images)

Otros elementos fueron adoptados y evolucionados. Por ejemplo el violín, que es considerado por muchos como el alma de una orquesta, encuentra sus raíces en los instrumentos interpretados por nómadas mongoles, que luego la antigua China lo desarrolló en el de dos cuerdas, más conocido como el erhu.

Erhu (Cortesía de Shen Yun Performing Arts)

Pero las evoluciones o adaptaciones son sólo reflejos. La verdadera esencia de las artes tradicionales chinas sigue siendo difícil de encontrar, pero en efecto han sobrevivido.

Shen Yun trabaja para llevar al escenario no sólo la tradición clásica, sino su esencia cultural. Las danzas transmiten historias profundamente espirituales sobre las leyendas que guiaron la moralidad de China a través de los siglos, y los artistas se enfrentan al reto no solo de perfeccionar la forma y el aspecto de los bailes, sino de mantener una pureza del propósito que persiguen.

El actual régimen autoritario en China intentó sofocar estas tradiciones, pero lejos de tener éxito, es el mundo el que se ha beneficiado con el resultado.

Mira lo que opina el público de la historia China y la espiritualidad, después de ver Shen Yun: 

Mira lo que sucede cuando 36 occidentales meditan en la Plaza de Tiananmen

¿Te gusto este artículo?
Entonces, te pedimos un pequeño favor. Compártelo en tus redes sociales, apoya el periodismo independiente y contribuye a que tus amigos se enteren de las noticias, información e historias más interesantes. Tardarás menos de un minuto. ¡Muchas gracias!

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.