En el verano de 2016 ‘un perro’ vagaba por las calles de Los Ángeles. Lo encontraron con un collar en el cuello, y la persona que lo encontró asumió que era la mascota perdida de alguien.
Parecía que había estado vagando por las calles por bastante tiempo porque estaba sarnoso, gravemente desnutrido y lleno de parásitos, además sus pies estaban tan inflamados que no podía escapar por lo que pudieron capturarlo fácilmente y llevarlo al refugio de animales.
Debido a su deterioro, estaba programado sacrificarlo si no se encontraba rápidamente un nuevo hogar para él, comentó en su publicación The Dodo.
Presurosamente el personal del refugio comenzó a realizarle a este nuevo chico un diagnóstico más cercano, y rápidamente se dieron cuenta que no podían quedarse con el animalito porque no era un perro ordinario… «¡era un híbrido de lobo de 1 año de edad!».
Desafortunadamente, el refugio era incapaz de ofrecerle al perro lobo el cuidado que requería y no podía recibir un animal salvaje. Necesitaban entonces encontrar un lugar dónde llevarlo antes que fuera sacrificado.
El refugio se acercó al Proyecto de Protección Apex, una organización sin fines de lucro dedicada a la protección de los lobos, pero tampoco pudieron llevarlo allí debido a la falta de espacio; entonces se acercaron a otro santuario para ver si podían ayudarlo.
«Nos comunicamos con Susan Weidel y WOLF Sanctuary en Colorado para ver si podía correr la voz en todo el país», recordó un trabajador de Apex. «Y en aproximadamente media hora, ella me envió un correo electrónico diciendo: ‘Lo vamos a llevar'».
El perro lobo fue llamado «Castiel». Su nombre fue elegido de una lista de nombres presentados por el personal y «hace referencia al ángel de la resurrección».
Castiel fue llevado a una enfermería, allí recibió la atención médica que necesitaba, y pronto comenzó a mostrar signos de recuperación física.
«Nuestro Castiel está comiendo como loco, muestra algo de chispa ahora que tiene energía y toma siestas cuando lo necesita», escribió el santuario en una publicación de Facebook.
«Sus patas se están curando bien y está empezando a aumentar de peso».
Mientras su salud mejoraba, notaron otro problema que no podía solucionarse tan fácilmente: era muy tímido con las personas.
«Cuando lo conocimos por primera vez era extremadamente tímido y tenía mucho miedo», dijo Michelle Proulx, directora de cuidado de animales en WOLF Sanctuary a The Dodo.
«Cuando veía a la gente, trataba de esconderse en el rincón más alejado que encontraba. Buscaba rutas de escape, trataba de encontrar la manera de salir de su recinto para poder alejarse de la gente que entraba [a su guarida]».
Finalmente, Castiel comenzó a salir de su caparazón cuando se dio cuenta de que estaba a salvo, así que pronto dejó la enfermería y fue llevado a vivir en el santuario.
Pero mientras el perro lobo empezó a socializar con la gente, se dieron cuenta que tenía un interés mucho más fuerte en los perros. Y eso les dio una idea de cómo podrían ayudarlo.
«Sabíamos que estaba empezando a sentirse solo entre la compañía canina y quería encontrarle un compañero para él», dijo Proulx a The Dodo. Entonces le consiguieron un amigo.
WOLF se acercó al refugio del perro lobo de Wisconsin y encontró a Tanali, de 3 años, cuya amabilidad energética consideraron que sería buena para Castiel.
La relación entre ambos animales no fue fácil al principio. «Cuando los pusimos juntos por primera vez, ella solo quería jugar y Castiel estaba un poco abrumado con la atención», dijo Proulx.
«Pasó de no tener mucho y estar solo, por quién sabe cuánto tiempo, a estar con esta chica»; pero poco a poco las cosas cambiaron y los dos se convirtieron en muy buenos amigos.
«Comenzó a sentirse más seguro de sí mismo y hemos visto, progresivamente en la última semana o dos, que su juego conjunto se ha vuelto más frecuente y más complicado».
No se sabe de dónde vino Castiel cuando lo encontraron vagando, es posible que fuera la mascota de alguien que lo abandonó cuando comenzó a mostrar instintos lobunos, lo que es un problema común; pero en WOLF Sanctuary, Castiel ha prosperado.
De ser supuestamente un perro y de vagar por las calles, Castiel pasó a tener el cuidado adecuado para su especie como así también un nuevo nombre y una buena amiga.
Pasado muy poco tiempo después, ¡míralo cómo cambió! De flacucho perrito callejero a este majestuoso perro lobo.
¡Mira cómo mamá perro rescata a sus cachorros!
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