Dos centenarios, considerados los amigos por correspondencia más antiguos del mundo, llevan escribiéndose desde los años 30 y ahora han recurrido al Zoom para seguir en contacto.
Geoff Banks, de Honiton (Devon, suroeste de Inglaterra), y Celesta Byrne, de Texas (Estados Unidos), empezaron a escribirse a los 16 años, en 1938.
Su comunicación se inició en el marco de un proyecto educativo para poner en contacto a estudiantes británicos y estadounidenses. 84 años después, ambos, que acaban de cumplir 100 años, siguen escribiéndose.
«Sinceramente, me cuesta recordar cómo nos pusimos en contacto, pero estuve hablando con Celesta hace poco y creo que tenía algo que ver con el plan de una escuela estadounidense», dijo Banks. «Yo estaba en mi último año de gramática, creo…».
Compartiendo más, Banks dijo que terminó recibiendo una carta de una chica americana y desde entonces él y Byrne han seguido escribiéndose.
Banks, ingeniero jubilado, explicó que durante algunos años les costó mantener el contacto, ya que él trabajaba como mecánico en el portaaviones británico HMS Illustrious, en el Pacífico, durante la II Guerra Mundial.
«Pero parte del correo que le envié durante la guerra se lo devolví cuando terminó y ella me contestó», explica.
La mayoría de sus conversaciones han girado en torno a sus vidas cotidianas y sus familias. Sin embargo, en una de sus primeras cartas, Banks recuerda que en 1953 envió a Byrne un ejemplar de un periódico británico en cuya portada aparecía la coronación de la reina Isabel II.
«Ella confirmó que lo había recibido, pero por lo general solo charlábamos y poníamos el mundo en su sitio», afirma Banks. «Siempre he podido escribirle, aunque solo fueran tarjetas de cumpleaños y de Navidad. Es una persona muy interesante».
A pesar de haber charlado durante décadas, la pareja solo se ha visto dos veces: la primera en 2002, mientras Banks visitaba Nueva York a la edad de 80 años, y dos años más tarde.
Por aquel entonces Byrne vivía en Nueva Jersey.
«Llevaba varios años trabajando en el extranjero, pero hacía tiempo que no iba a Estados Unidos», cuenta Banks. «Celesta estaba en Nueva Jersey, así que decidimos encontrarnos en Nueva York para un breve viaje navideño».
En 2004, la pareja volvió a encontrarse y Byrne invitó a Banks a comer a su casa.
A pesar de tener una relación tan singular, la pareja niega que haya habido romance entre ellos. Ambos han estado casados y la esposa de Banks, de 63 años, falleció en 2011.
Byrne también se hizo eco de sentimientos similares diciendo que no ha habido ningún sentimiento romántico entre ellos, añadiendo: «Solo somos amigos, como gente que vive en la puerta de al lado.»
A lo largo de los años, Byrne ha tenido varios hijos y, por desgracia, ha perdido uno recientemente.
Banks es ahora un bisabuelo que tristemente sobrevivió a su hija, pero aún tiene tres hijos repartidos por todo el mundo y muchos más nietos.
Desde que Byrne tiene problemas de visión, Banks mantiene correspondencia por correo electrónico con una de sus hijas, que vive cerca.
«El correo electrónico me resulta mucho más fácil porque ya no puedo escribir muy bien», explica Banks.
Últimamente también utilizan la aplicación de vídeo Zoom para mantenerse en contacto.
«Creo que ahora tengo una cosa nueva llamada Zoom para chatear con ella, pero dejo toda la tecnología a los más jóvenes. Son mucho mejores pulsando todos los botones», dijo Banks.
Con la colaboración del personal de Epoch Times.
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