Elma Godwin, una productora de contenido mediático de 33 años originaria de Dallas, Texas, se sintió abrumada de alegría e incredulidad cuando vio por primera vez a su hija recién nacida, Aninoritse Bridget-Chimereya Ludart. «Ani» nació el 13 de septiembre y llegó al mundo con un mechón de cabello blanco, la misma franja blanca que su madre tiene desde su nacimiento.
Esta característica única —una marca de su condición genética compartida— llamada piebaldismo, captó inmediatamente la atención de todos en la sala de parto, desde las enfermeras hasta los médicos.
El piebaldismo es una rara condición genética que afecta la producción de melanina, dando lugar a manchas en la piel y cabello sin pigmento.
Para Godwin, esta condición significó vivir con una distintiva franja blanca que comienza en su línea capilar y recorre su cabello oscuro. Aunque esta marca se convirtió en una parte importante de su identidad, siempre asumió que sería la única en su familia en tenerla.
Su hija mayor, Ari, que ahora tiene 2 años, nació sin la condición. Por lo tanto, cuando Ani llegó al mundo con una franja blanca que coincidía, fue una gran sorpresa para Godwin y su esposo, Misan Ludart, de 35 años, quien tiene una empresa de diseño de interiores.
«Cuando me la pusieron en el pecho, fui la primera en notarlo», contó Godwin. «No lo podía creer —su cabello tenía exactamente la misma franja blanca que el mío, en el mismo lugar».
Cuando era pequeña, Godwin sentía que era la única persona en el mundo con esta condición. No fue hasta los 24 años que descubrió, a través de las redes sociales, que había otras personas con piebaldismo.
Encontrar esta conexión con otras personas la ayudó a aceptar su condición. Hoy en día, es una defensora de abrazar las diferencias, especialmente para las mujeres jóvenes con piebaldismo.
Desde entonces, Godwin utiliza su plataforma para animar a las mujeres jóvenes y a las niñas a celebrar sus características únicas.
«Ver a otras personas en las redes sociales con la misma condición me ayudó a aceptarla, y también inspiró a las niñas más jóvenes. Siempre les digo que es algo de lo que deben sentirse orgullosas», comentó.
Ludart también se conmovió profundamente por la llegada de su hija y la característica que comparte con su madre.
«Mi esposa notó el cabello de la bebé Ani mientras yo todavía estaba radiante de felicidad por haber cortado el cordón umbilical. Estaba tan agradecido por un parto seguro, ¡y ver su cabello fue un regalo extra increíble!», dijo.
Con información de The Epoch Time
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