Una mujer que creyó que el aborto era la única forma de afrontar su embarazo no planificado, cambió de opinión tras percibir una señal de Dios.
Ahora que su hija cumple 10 años, la orgullosa madre Desiree Burgess Alford, de Black Diamond, Washington, dice que su bebé «destrozó» su vida sin duda, pero la destrozó para mejorarla.
Recientemente, Desiree tomó una pausa para compartir un emotivo recuerdo de su historia en las redes sociales.
«A veces nuestro dolor nos destroza para mejorarnos», escribió Desiree. «Quién iba a saber que este dulce ángel sería exactamente lo que necesitaba. Ella sería la inspiración detrás de mi negocio y Dios usaría su vida para transformar la mía».
El día de San Valentín de 2011 fue el día en que el corazón de su bebé en gestación casi deja de latir, pues era el día en que Desiree tenía programado un aborto.
«Yo era una mujer soltera con problemas», escribió. «Tenía miedo y decidí interrumpir mi embarazo».
«La noche antes de mi cita, Dios hizo un milagro en mi vida. No pasa un día sin que piense en todo lo que casi me pierdo».
Desiree quedó embarazada a los 28 años, después de nueve meses sin beber tras superar una adicción al alcohol, pero sin trabajo. Devastada, sintió que el embarazo era un nuevo tropiezo.
Desiree, que fue educada en una familia conservadora que iba a la iglesia, tenía «fuertes opiniones» sobre el aborto. A las seis semanas de embarazo, se encontraba en un doloroso conflicto y programó un aborto para una semana y media después, deseando acabar de una vez, reportó Live Action News.
«Económicamente estaba en una situación horrible», dijo a la organización provida. «Sabía que iba a ser [madre] soltera, y eso me presionaba mucho».
Sin embargo, aunque sus padres se comprometieron a apoyar lo que su hija eligiera, sentían que Desiree necesitaba más orientación.
«Trabajaron detrás de escena, logrando que la gente rezara por mí y organizaron cosas para ayudarme», recuerda Desiree.
Cuando su padrino de Alcohólicos Anónimos le sugirió que tomara un descanso para reflexionar antes de tomar una decisión, Desiree viajó a la casa del lago de sus padres. Era el día anterior al aborto programado, reportó Live Action News.
Conduciendo bajo un cielo azul claro, Desiree vio al cielo. «Le dije a Dios que si tenía que quedarme con este bebé, tenía que enviarme una señal tan clara como ese cielo», recordó.
Lo que no sabía era que ya había dos personas en la casa del lago esperando para recibirla. Los padres de Desiree habían invitado a una pareja de mediana edad a hablar con ella sobre su propia y dolorosa experiencia de abortar poco después de casarse. Desiree escuchó atentamente.
«Me entregaron un modelo de feto de 8 semanas y me llamaron madre por primera vez», dijo al medio.
La pareja incluso se ofreció a adoptar al bebé de Desiree.
Al asistir a la iglesia esa misma tarde, las señales aumentaron: el tema del sermón fue el «milagro de la vida». Pero la mayor señal para Desiree fue un mensaje de voz de Planned Parenthood. Su cita se había retrasado dos días.
En ese momento, Desiree cambió de opinión. «El embarazo de mi hija Hartley fue uno de los momentos más tranquilos de mi vida», dijo.
Al encontrar la paz en el embarazo, Desiree incluso resolvió afrontar sus preocupaciones económicas y de criar sola.
Cuando nació su hija Hartley, apenas podía imaginar que la vida fuera de otra manera.
«Pensé que iba a arruinar mi vida», dijo, «y fue exactamente lo contrario».
Hartley incluso trajo consigo una nueva aventura empresarial. Después de hacer diademas a mano para su bebé, el interés de Desiree creció y puso en marcha un negocio: Harts and Pearls. Gracias a este trabajo, conoció a su actual esposo, Ron.
El negocio se hizo tan lucrativo que Desiree pudo conseguir su primera casa.
«Sentí que era la respuesta de Dios a mis sueños de quedarme en casa con mis hijos, como si me dijera: ‘Yo te cuido'», dijo a Live Action News.
Diez años después, Desiree es una exitosa madre trabajadora y sigue sin beber. La niña de tercer grado, Hartley, es una astilla de tal palo: durante el cierre de 2020, comenzó un negocio de paseo de perros llamado Harts and Tails.
Incluso hace pañuelos personalizados para perros y gatos.
Después de construir una década de preciosos recuerdos con su hija, Desiree espera que su historia inspire a otros a pedir consejo, y a escuchar las respuestas.
«Este dulce ángel será mi único hijo que dé a luz», escribió. «En medio de mi dolor, pensé que tenía toda la vida por delante y que tendría muchas oportunidades de tener hijos (…) en un momento mejor».
«Realmente creo que mi vida ha sido bendecida no para mí, sino ahora para ayudar a otros que lo necesitan desesperadamente como yo lo necesité en su momento».
«No importa tu situación, Dios puede, y lo hará, te empleará para el bien».
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