La lucha contra el cáncer es el motor de muchas familias que han perdido a algún familiar por la enfermedad. Pero para la madre de Fernanda, es el “amor”, el cuál no “muere sino transmuta la realidad, el tiempo y el espacio”, mismo que la impulsó a ella y a su familia a crear un instituto dirigido al tratamiento de pacientes con cáncer y sus familias.
Fernanda Gaigher nació el 16 de junio de 1988 en Cornélio Procópio, en Paraná en Brasil, desde pequeña tomó cursos de ballet, canto, música, pintura y modelaje. Estudió relaciones internacionales, viajó a Londres a estudiar inglés, viajó en un crucero internacional, viajó a Tailandia y vivió en Alemania. Encontró al amor de su vida y tuvo a su hijo, Gael. Todo en sus 31 años de vida.
A los 30 años a Fernanda le diagnosticaron linfoma No Hodgkin, cáncer en el sistema linfático, lo que cambió el rumbo de su vida. Sin embargo, la joven mujer sorprendió a todos en la manera en que enfrentó su tratamiento y con “mucho optimismo y fe llamó a todos a vibrar fuerte por su sanación”, explica la página del Instituto Fernanda Gaigher.
“¡Luchó duro y ganó! Ganó porque creyó en la vida hasta el último momento. Regresó a la Fuente del Amor Divino el 3 de octubre de 2019, dejando un gran legado de amor y fe”, se lee en su página.
Luzia Rodrigues, su madre, explica que a través de la experiencia vivida con su hija, convirtió el dolor en amor y nunca olvida las enseñanzas de Fernanda.
“El dolor de la separación nunca será mayor que el amor que nos unió y marcó nuestra relación… el amor no muere, el amor transmuta la realidad, el tiempo y el espacio… el amor reinventa formas de conexión y sigue latiendo en el corazón», dijo su madre, en un blog, que comparte experiencias de duelo.
Probablemente “el fondo de su alma sabía que tenía poco tiempo, que no había tiempo que perder”. Por eso “su prisa por ser feliz”.
“Siempre fue rápido. Todo era para ayer. Una prisa por ser feliz, por hacer las cosas. Ahora entendemos. Parece que en el fondo su alma sabía que tenía poco tiempo, que no había tiempo que perder”, dijo su madre, al diario Folha de S. Paulo.
Hoy, 4 de febrero, el Día Mundial contra el Cáncer, la familia de Fernanda, dos años después de su partida, continúa tratando de ayudar a las familias y a las personas en su camino para enfrentar la dura enfermedad.
Actualmente el Instituto Fernanda Gaigher, fundado por su madre, Bruno Gaigher su esposo, Nathália Rodrigues Cardoso su hermana y Tiago Rodrigues Garcia su primo, ofrece diferentes terapias alternativas, que “buscan facilitar la expansión de la conciencia, el autodesarrollo, la calidad de vida y el bienestar, para lograr un equilibrio físico, emocional y espiritual”.
“Como una forma de darle un nuevo sentido al dolor del duelo, la familia de Fer entendimos el compromiso que tendríamos de llevar adelante la experiencia de amor y gratitud”, explica su página.
Un día para conmemorar a todos aquellos que lucharon contra el cáncer y que “ganaron”, al igual que Fernanda, que aunque tuvo miedo, finalmente eligió “vivir enamorada”.
“Agradecida por la fuerza y la oración de los demás que me rodean aquí, vine a decir que sigo un camino arduo sin entender cómo terminé donde estoy. Hay miedo pero en general vivo en el amor, confiada, entregada y enamorada. El secreto es esto que descubrí, vivir enamorada”, escribió Fernanda en redes sociales, 5 días antes de partir.
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