Una madre que quedó embarazada a pesar de usar métodos anticonceptivos dice que su bebé es un «milagro», después de sobrevivir a un embarazo de alto riesgo por una T anticonceptiva en el útero. Ahora, el pequeño tiene ahora 16 meses.
Claire Cowen, de 34 años, de Penicuik, Escocia, ya tenía dos hijos —Craig, de 16 años, y Lucy, de 6— con su esposo David, y llevaba tres años usando una T de cobre como método anticonceptivo.
La madre continuó con la menstruación, pero cuando esta cesó repentinamente en marzo de 2019, decidió hacerse una prueba de embarazo.
La prueba dio un resultado positivo y la consulta médica le confirmó que tenía 13 semanas de embarazo.
«No lo podía creer, sabía que había una mínima posibilidad de haber quedado embarazada, pero uno nunca piensa que vaya a ocurrir», dijo Claire. «Me enviaron al servicio de ayuda al embarazo y me ofrecieron abortar, pero el bebé estaba sano, así que no estuve interesada en la idea».
La pareja no quería tener más hijos, pero se emocionaron desde que les confirmaron que estaban esperando un nuevo bebé. Claire dijo que desconocía por completo que pudiera tener complicaciones por el dispositivo en su cuerpo.
Claire descubrió que la T estaba ubicada en la parte superior del cuello del útero y que la bolsa amniótica del bebé estaba justo encima.
Los médicos del Edinburgh Royal Infirmary advirtieron a los futuros padres que si se retiraba la T se corría el riesgo de romper accidentalmente el saco, así que la dejaron ahí.
Además, no tenían forma de saber si podía meterse orgánicamente, así que Clarie estuvo bajo control médico durante todo el embarazo.
«Me destrozaba los nervios y mi ansiedad estaba por las nubes», cuenta la trabajadora social. «Iba a las ecografías cada cuatro semanas para verificar el estado del bebé y asegurarme de que no se hubiera movido».
«Me sentí un poco como un conejillo de indias porque los médicos del hospital nunca habían atendido a una mujer embarazada con la T puesta», añadió.
Según Claire, los médicos no pudieron garantizar que el bebé pudiera sobrevivir si la T se movía. Era simplemente un «juego de esperar».
Durante los nueve meses de embarazo, que Claire describió como los «meses más estresantes y aterradores» de su vida, estuvo investigando sobre su condición.
«Existe un mayor riesgo de aborto o de parto prematuro cuando uno queda embarazada con la T», explica Claire. Todas las historias que encontré eran bastante aterradoras y negativas, de mujeres que perdían a sus bebés o tenían complicaciones».
«No me llenaba de esperanza, pero me mantenía positiva», añadió la madre.
Sin embargo, a las 39 semanas, le indujeron el parto a Claire en el Edinburgh Royal Infirmary y dio a luz a su pequeño hijo, Lewis, el 26 de noviembre de 2019.
A pesar de las circunstancias, el bebé Lewis nació sano y salvo, con un peso de 6 libras y 3 onzas (aprox. 2.8 kg).
Al descubrir que estaba completamente bien, Claire recuerda que fue un gran «alivio» y lo llama «mi pequeño milagro».
«Justo después de llegar, la enfermera vio la T atorada en la placenta; fue algo bastante impactante», dijo.
Desde que dio a luz a Lewis, Claire no ha vuelto a implantarse una nueva T anticonceptiva. Según el sitio web del NHS, los dispositivos intrauterinos (DIU) o la «T de cobre» tienen una eficacia superior al 99% en prevenir el embarazo.
«Quiero compartir una historia positiva para demostrarle a las mujeres que es posible tener un final feliz cuando sucede un embarazo inesperado con la T de cobre», dijo Claire. «Sé que fui una de las afortunadas, pero los bebés pueden sobrevivir y Lewis está bien».
Con información de SWNS.
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