Para los padres con hijos adolescentes, pedir a sus hijos que limpien sus habitaciones desordenadas a menudo se convierte en una petición ignorada. Después de hacer numerosos intentos, la mayoría de los padres se encargan de ordenarlas ellos mismos. Sin embargo, una madre de Indiana, cansada de decirle a su hija adolescente que limpiara su habitación, encontró una solución creativa.
En marzo de 2016, Alice Velásquez, pensó que ya era suficiente y decidió enseñar a sus hijos una lección sobre cómo limpiar. «¿Qué hace usted cuando termina de decirle a sus hijos adolescentes que no permitan que su habitación parezca un lugar para personas sin hogar?», comenzó diciendo Alice en una publicación de Facebook.
Después de numerosos intentos de hacer que su hija limpiara la habitación, Alice decidió que tal vez era hora de una dosis fuerte de amor duro, así que se le ocurrió una idea fuera de lo común.
¿Y qué hizo?
«Pones todo (SÍ TODO) en bolsas de plástico y se lo vendes de nuevo a ellos por 25 dólares la bolsa (y tienen que ganar el dinero haciendo sus quehaceres)», escribió Alice. «¿La mejor parte? Las bolsas fueron recolectadas como fueron encontradas en la habitación, ¡al azar!».
En The Doctors, un programa ganador de un premio Emmy en septiembre de 2016, Alice reveló que al recoger las cosas al azar y ponerlas en bolsas de basura, esto significaba que una bolsa podría tener ropa limpia mezclada con algo de ropa sucia.
Alice dejó una nota para sus hijos en la puerta de su habitación para que supieran dónde estaban sus cosas y que podían comprarle sus cosas a 25 dólares la bolsa si las necesitaban.
Además, la regla del castigo era que el dinero no podía venir de lo que habían ahorrado; en cambio, «solo podía venir de los quehaceres que se suponía que ya estaban haciendo».
No es de extrañar que los niños no se alegraran demasiado con la idea de su madre, por el contrario, su solución fue recibida con muchas «protestas».
Sin embargo, la publicación de Alice con una foto de montones de bolsas de basura se convirtió en un éxito viral, acumulando más de 12,000 compartidos. La madre se ganó algunos elogios de los usuarios de las redes sociales que consideraban su idea «genial», mientras que otros empezaron a regodearse en sus propias experiencias para disciplinar a sus hijos adolescentes.
«Le hice algo así a Josh. Funcionó durante un tiempo. La siguiente vez, tiré algunas de sus cosas. Él mejoró(…)No te rindas», escribió un usuario de redes sociales. «Dicen que escojas tus batallas, esta es una buena».
Otra persona tenía curiosidad por saber si su hija, Tahlia, se había ganado todas sus bolsas de vuelta, a lo que Alice respondió con un «sí» y añadió que sus hermanos también ayudaban con quehaceres extras para ayudarla a ganar las bolsas más rápido.
Respondiendo a la fama viral, Alice le dijo a The Epoch Times: «Me sorprendió mucho cuando la publicación se hizo viral, pero me alegro de que haya ayudado a tantas madres a darse cuenta de que no hay que ser malo, pesado o degradante, solo hay que pensar fuera de la caja».
Añadió: «Cuando se respeta a los niños, se les enseña a respetar».
Sin embargo, Alice se enfrentó a una reacción violenta con alguien que incluso llamó a los Servicios de Protección Infantil (CPS). Poco después de haber publicado la foto, Alice entró en Facebook para compartir el mensaje que había recibido de uno de los usuarios de las redes sociales diciendo: «Te denuncié ante un trabajador social. Tu negligencia hacia un adolescente obvio es abuso infantil».
Pero para Alice, fue completamente diferente, porque lo que comenzó como una solución creativa para que su hija ordenara la habitación fue mucho más allá de eso. La idea enseñó a los niños algunas lecciones importantes de la vida y también se convirtió en una actividad para que los hermanos se unieran.
En otra publicación de Facebook, Alice detalló todo lo que la familia aprendió, que es responsabilidad, organización, respeto e integridad.
La parte más conmovedora, que también fue su «favorita», fue cuando sus dos hijos menores, de entonces 8 y 11 años, quisieron ayudar a su hermana mayor. «Sus hermanos preguntaron si también podían ganar dinero por sus quehaceres, y por supuesto lo justo es justo, así que acepté… ¿qué hicieron?», escribió, «¿planearon cómo gastarían su botín?… ¡no! lo donaron todo, 100% a su hermana para ayudarla a recuperar sus cosas».
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