En medio de la propagación de la pandemia del virus del PCCh, una comunidad de Kenia se ha unido para ayudar a una viuda que encontró piedras para cocinar para sus ocho hijos hambrientos en un esfuerzo por convencerlos de que estaba preparando la cena.
Peninah Bahati Kitsao, que vive en la aldea de Mishomoroni en el condado de Mombasa, Kenia, recurrió a hervir con la esperanza de que sus hijos cayeran en un sueño tranquilo antes de su próxima comida, informó Tuko, una plataforma de noticias digital de Kenia.
Peninah, de 45 años, perdió a su esposo en 2019 después de ser atacado por una banda de ladrones, según el informe. La viuda, quien vive con sus ocho hijos —con edades comprendidas entre 28 años y 5 meses— en una casa de dos dormitorios sin agua ni electricidad, ganaba dinero lavando ropa hasta que el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, provocó restricciones de distanciamiento social.
La vecina de Peninah, Prisca Momanyi, psicoterapeuta, decidió intervenir después de escuchar llorar a los hijos de la viuda. Alertó a los medios de comunicación a fines de abril de 2020 después de haberse sorprendido por el desesperado intento de su vecina de calmar el hambre de sus hijos.
«Estaba tan desconsolada después de ver a una viuda y compañera atravesando tales dificultades», dijo Prisca a Tuko. «Tenía que encontrar una manera de ayudarla, y después de hablar con las autoridades, recurrí a las redes sociales que han jugado un papel muy importante».
Más tarde, Peninah le contó a NTV Kenia que sus hijos hambrientos no habían sido engañados por su artimaña durante mucho tiempo. «Comenzaron a decirme que sabían que les estaba mintiendo», dijo la mujer, «pero no pude hacer nada porque no tenía nada».
La madre afectada por la pobreza dijo que la vida se había vuelto «insoportable».
Después de difundirse la noticia de la difícil situación de Peninah, se donaron numerosas donaciones de alimentos de los simpatizantes locales. Prisca incluso compró un teléfono celular y abrió una cuenta bancaria para su vecina, que no puede leer ni escribir, a través de la cual la viuda ahora puede recibir donaciones monetarias.
Peninah describió la generosidad del público como un milagro. «No creía que los kenianos pudieran ser tan cariñosos después de recibir llamadas telefónicas de todo el país preguntando cómo podrían ayudarla», dijo Peninah.
La jubilosa madre, que todavía estaba aprendiendo a usar su primer teléfono celular, divirtió a los espectadores al levantar el teléfono a su oído sin presionar primero el botón de «recibir».
El hijo de 13 años de la viuda, Charo Kaingu, le dijo a Tuko que estaba «muy emocionado» de poder pagar la comida nuevamente. Él esperaba que algún día pudiera pagarla para ayudar a alguien más en extrema necesidad.
«En el futuro, me gustaría ser mecánico y ganar dinero para cuidar a mi madre y mis hermanos», dijo. «Espero que un buen samaritano venga en mi camino y me lleve a la escuela».
El gobierno del condado de Mombasa cuenta con un plan de ayuda alimentaria durante la pandemia mundial del virus del PCCh. Sin embargo, Peninah aún no había recibido ayuda cuando su vecina descubrió que hervía piedras para «saciar» a sus hijos. Según Daily Nation, los socorristas llegaron antes del 30 de abril para entregar suministros muy necesarios a Peninah y otros miembros de la aldea.
El presidente de Redcross, Mahmoor Noor, explicó que el programa de ayuda está «dirigido a los vulnerables» y tiene como objetivo entregar suministros esenciales a 12,000 hogares del condado de Mombasa a mediados de mayo de 2020.
Tuko publicó una actualización en Facebook el 30 de abril, anunciando que Peninah «ahora puede sonreír después de recibir un apoyo abrumador de los kenianos».
«Peninah, de 45 años, dice que ahora puede pagar con confianza una comida de tres días, algo que ha sido un sueño para ella desde la muerte de su esposo en junio de 2019», se lee en la publicación. Peninah le dijo al medio de comunicación de Kenia que estaba «emocionada más allá de lo imaginable».
Gracias al cuidado y la intervención de su comunidad y una gran cantidad de donantes generosos, la madre afectada por la pobreza ahora tiene los medios para cuidar a su familia.
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