Una madre de cuatro hijos que perdió 144 libras (aprox. 65 kg) de peso en 15 meses quedó irreconocible por su nuevo aspecto.
Austell, Cornualles, Inglaterra, padecía obesidad mórbida, su báscula alcanzaba los 157 kg y trataba de ajustarse a una talla XXL.
Sin embargo, esta madre de 33 años sintió la necesidad de vencer el bulto cuando su médico le dijo en agosto de 2019 que tenía diabetes y que podría necesitar una cirugía de bypass gástrico.
Durante los siguientes 10 meses, Sarah se deshizo de los sándwiches y los bocadillos poco saludables y comenzó a cocinar comidas caseras con ingredientes frescos desde cero.
El cambio en su dieta le permitió perder 144 libras y adelgazar hasta las 203 libras (aprox. 92 kg); ahora está casi irreconocible para sus amigos y familiares.
Una amiga llegó a pensar que el esposo de Sarah, Daniel, de 39 años, la estaba engañando con otra mujer, cuando vio a la pareja en el pueblo después de su impresionante pérdida de peso.
Sarah dijo: «Estábamos esperando fuera a que mi padre nos recogiera y mi amiga nos vio y pensó que Dan tenía otra mujer a su lado».
«Luego se dio cuenta que seguía siendo yo. Fue muy divertido y halagador. Mi esposo tiene una nueva mujer, literalmente, parece».
El orgulloso Daniel dijo: «Tiene un aspecto tan diferente que la gente ha pensado que era otra mujer, es muy divertido. La gente no puede creer lo mucho que ha cambiado».
«Estoy muy orgulloso de ella. Es increíble que haya perdido tanto en tan poco tiempo».
En agosto de 2019, Sarah fue a un chequeo de salud que reveló que tenía diabetes.
«Fue impactante, pero me dio miedo cuando me dijeron que podría necesitar cirugía», dijo.
«No me di cuenta de lo mal que estaba. Fue preocupante y sentí que podía tener un ataque al corazón en cualquier momento y no estar ahí para mis hijos».
«Descubrir el diagnóstico me asustó y supe que tenía que hacer algo. Por fin me siento mi verdadero yo. Me siento feliz».
Sarah se alimentaba de forma poco saludable desde la infancia, y tenía predilección por los sándwiches y el pan. Desde que le diagnosticaron la enfermedad, ha hecho grandes cambios en su vida.
Cambió la dieta rica en carbohidratos por alternativas saludables y ha empezado a hacer ejercicio a diario, como correr y caminar.
«Pasé de comer dos sándwiches en el almuerzo a tomar sopas y ensaladas saludables y a hacer ejercicio», dijo Sarah.
«Empecé a hacer ejercicio cada día durante 10 minutos y lo fui aumentando gradualmente. Ahora puedo trotar durante una hora en la cinta de correr».
Sarah, que siempre había tenido sobrepeso, también sufrió acoso escolar cuando era niña. Ahora, después de ajustar su dieta y perder peso, su diabetes se revirtió, y por fin se siente feliz y saludable.
«Me llamaban ‘cerda gorda’ y ‘vaca gorda’, era horrible», dice Sarah. «Pero ahora me siento increíble».
«Mi hijo no deja de abrazarme y me dice: ‘Ahora puedo rodearte con mis brazos, mamá’.
«Ahora estoy radiante».
Con información del personal de Epoch Times.
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