Una madre de Carolina del Norte compartió su historia con miles de personas después que una paleta casi le quita la vida a su hijo pequeño, que es alérgico al maní.
Katie Bryant había hecho sus tareas. «Llamé a la empresa [de paletas], verifiqué que no usaran fórmulas mixtas, volví a revisar los ingredientes y me sentí segura que él podría tomarlo», escribió en Love What Matters. «Los metí en el congelador en uno de esos implacables días sureños».
Uno de esos días llegó, y mientras la familia de Katie se retiraba al interior del jardín de su casa después de trabajar duro afuera, Katie repartió paletas para refrescarlos.
«Acababa de quitarme las botas y me recosté cuando escuché una pequeña y débil tos. Solo una», recordó Katie. Su hijo de 2 años, Sterling, no tenía aún la edad suficiente para decirle a su madre cuándo se le había desencadenado la alergia, así que ella tenía que saberlo intuitivamente.
«Tratando de no asustarlo, me senté y lo observé. Respiración, ojos, nariz, piel, estómago, oídos», explicó Katie. «Como una lista de control anafiláctico».
Mientras lo observaba de cerca, de repente, vio una pequeña colmena en la mejilla de Sterling. Para poner en marcha su plan de acción, Katie envió a su hijo mayor a alertar al padre de Sterling, le quitó la paleta, lavó a su hijo, le dio su primera dosis de epinefrina y llamó a una ambulancia.
La condición de Sterling se deterioró rápidamente en el transcurso de la siguiente hora, debido a que «vomitó, le salió urticaria de la cabeza a los pies, perdió las vías respiratorias, se puso azul» y necesitó tres dosis más de epinefrina, Benadryl, Pepcid y esteroides. El equipo médico del hospital inundó a Katie con preguntas, pero finalmente, el médico de Sterling anunció: «Lo tenemos».
«Las cosas están mucho más tranquilas ahora», escribió Katie, después que el pánico terminó. «Él está durmiendo. (…) Me siguen diciendo que vaya a buscar algo de comer pero no puedo», continuó. «No puedo dejar este lugar. Soy su voz, su defensora».
Katie pensó en cómo el plan de acción de su familiasalvó la vida de Sterling ese día. También pensó en cuántos obstáculos quedan entre los alérgicos y un mundo seguro para vivir.
«Hay maní en los lugares más tontos», explicó Katie, enumerando el protector solar, el abono y la tierra para macetas como algunos de los concursantes más inesperados. Muchos de esos productos no están obligados a llevar una etiqueta.
«No somos antisociales y nos entristece tener que rechazar invitaciones», dijo Katie. «Solo tratamos de mantener a nuestro hijo con vida». Por otra parte, expresó su gratitud por todos los esfuerzos positivos realizados por otros que ayudan a mantener a salvo a los que sufren de alergias como su hijo. «Porque somos su voz hasta que tengan la edad suficiente para defenderse por sí mismos», dijo.
Sterling se recuperó de su terrible experiencia, regresó a casa y cada día se hace más grande y fuerte.
En una entrevista con The Epoch Times por correo electrónico, Katie explicó que su hijo acaba de cumplir 4 años. «Le encanta el senderismo, la cocina, los areneros y su gatito», compartió.
Sterling, añadió Katie, también está aprendiendo a defenderse a sí mismo. «Le puede contar a cualquiera sobre su alergia y hace un gran trabajo al solo recibir comida de uno de sus adultos», explicó. «Lo hemos entrenado para que ordene su propia comida en restaurantes seguros y para que comunique sus necesidades al servidor».
Además, Katie también documenta su vida familiar en una página de Instagram. El viaje de Sterling también la ha llevado por un nuevo camino vocacional.
En el momento de escribir este artículo, Katie está ejerciendo presión para un proyecto de ley de base en Estados Unidos. El proyecto de ley, si se aprueba, requerirá que los fabricantes etiqueten todos los productos que han entrado en contacto con los 14 alérgenos más predominantes en la producción.
La alergia al maní de Sterling sigue siendo grave, «pero estamos haciendo todo lo posible para mantenerlo a salvo», dijo Katie a The Epoch Times. «Es un niño fuerte, enérgico y amable con un gran corazón y grandes sueños».
¡Nos encantaría escuchar sus historias! Puede compartirlas con nosotros en [email protected]
Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.
Mire a continuación
Anciano camina 2000 kilómetros y usa 9 pares de zapatos para entregar este poderoso mensaje
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
