Cuando Cara Brookins, una mujer de Arkansas, terminó con un divorcio emocionalmente agotador de una pareja abusiva, se encontró con cuatro hijos y sin un lugar para vivir.
En aquel entonces era programadora de computadoras y tuvo que vender la casa que había compartido con su esposo. Todo lo que había en el mercado, con su reducido presupuesto, era insuficiente para ella y sus hijos en crecimiento.
Para la mayoría de la gente, sería una locura resolver el problema simplemente comprando una parcela de tierra barata y construyendo una casa ellos mismos.
Pero Cara tenía una perspectiva diferente. Después de gastar USD 20,000 en un terreno de 4000 m2 hectáreas y sacar un préstamo de USD 150,000 para la construcción, se metió a los tutoriales de YouTube y se puso a trabajar.
Sus hijos tenían 17, 15, 11 y 2 años cuando asumió el enorme proyecto. Ellos tenían que ir a la escuela y ella tenía un trabajo qué hacer incluso mientras estaban ocupados construyendo una casa desde cero. Eso significó unos años arduos y agotadores; Cara dejaba a los niños en la escuela por la mañana, se dirigía a su trabajo, y luego los recogía después del trabajo para llevarlos al sitio de la construcción a trabajar durante la noche.
Aún así, usando tutoriales de YouTube y un poco de ayuda de un bombero local que pudo hacer parte del trabajo pesado, Cara y sus hijos pudieron pasar de un terreno vacío a una casa de 325 m2 en nueve meses.
Drew, su hijo de 15 años, pudo ayudarla a elaborar los planos para el diseño de la casa de sus sueños. Jada, su hija de 11 años, ayudó a cargar cubos de agua para ayudar a mezclar las bolsas de hormigón de 36 kg aproximadamente para poner los cimientos. Y juntos, todos trataron de recordar todo lo que pudieron, desde los tutoriales que habían visto el día anterior, ya que en 2008, cuando comenzaron a construir la casa, no tenían teléfonos inteligentes ni acceso a los videos que necesitaban mientras estaban en el sitio.
«Estábamos tan débiles [cuando empezamos]», explicó a TODAY Home. «Estábamos cargando estos bloques y golpeando en el barro. No teníamos botas de trabajo adecuadas, así que nos pusimos bolsas de plástico en los pies con unos viejos zapatos para tenis. No teníamos ninguna preparación».
Poco a poco, sin embargo, el proceso acercó a los cinco miembros de la familia más de lo que se habían imaginado. Para cuando llegaron a trabajar en el interior, Cara bromeaba con que ella y los tres niños mayores podían comunicarse prácticamente por telepatía, con gruñidos y señalando algo y transmitiendo de inmediato su mensaje.
Fue un proceso vertiginoso y estresante, pero al final valió la pena. Recortando tantos costos como pudieran al aportar su propia mano de obra, fueron capaces de construir una gran mansión llena de amor y sentimiento, y la llamaron La Mansión Inkwell. Habían pasado del pánico y la vergüenza ante la perspectiva de no poder costear su propia casa a poder vivir en algo que literalmente construyeron desde cero.
Desde que se construyó la casa, la familia ha crecido y Cara se ha convertido en una escritora. Pero su historia de éxito, para ella, es algo más que la propia casa: se trata de enfrentarse a tareas que parecen desalentadoras y creer que se pueden lograr poco a poco.
«Si yo, una programadora de computadoras de 50 kilos, puedo construir una casa completa, tú puedes hacer cualquier cosa que te propongas», le dijo a la PEOPLE Magazine. «Fíjate una meta y no renuncies a ella. Encuentra esa gran cosa que quieren hacer, da pequeños pasos y lleva a las personas que necesitan sanar contigo, emprendan juntos ese viaje. Hay tanto poder en eso».
La historia de un maestro cocinero que llegó a la cima profesional y luego descubrió el verdadero éxito en la vida
¿Te gustó este artículo? Entonces, te pedimos un pequeño favor. Compártelo en tus redes sociales, apoya al periodismo independiente y contribuye a que tus amigos se enteren de las noticias, información e historias más interesantes. Tardarás menos de un minuto. ¡Muchas gracias!
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.