Cuando una mamá se enteró que las personas que sufrían de obesidad tenían más riesgo de contraer COVID-19 y de morir, supo que debía hacer algo con su peso, por el bien de ella y el de su familia.
Brianna Oyewo, una mujer de 33 años de Buffalo, pesaba 281 libras luego del nacimiento de su hija, Olivia, en diciembre de 2019, cuando el miedo se apoderó de ella.
«Estás escuchando todo esto en las noticias sobre COVID y cómo si eres obeso, corres un mayor riesgo de sufrir una enfermedad grave», señaló a Oyewo a PEOPLE.
Oyewo, que comía en exceso y que no le importaba realizar alguna dieta, ahora estaba preocupada por su vida y la vida de su hija. «No quería morir prematuramente porque no podía dejar la pizza. Quería estar aquí para mi esposo y mi hija», confesó la mujer.
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Pero dar el paso hacia una vida sana no fue fácil para Oyewo, que describió su fuerte vínculo con la comida.
«Comía cuando estaba feliz. Comía cuando estaba aburrida. Comía cuando estaba emocionada. Comía cuando estaba ansiosa y abrumada. Me sentía con un apetito insaciable», expresó la mujer a Good Morning America.
La joven luchó con su peso casi toda su vida, «desde que tiene uso de razón» y era intimidada en la escuela por su tamaño, llegando a pesar 224 libras durante su último año de secundaria.
Sin embargo, en los primeros meses de su embarazo no podía ingerir casi nada, perdió peso, pero volvió a recuperarlos porque volvió a comer mucha comida.
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«Pasé de las 230 libras a las 281 libras», expresó la mamá.
Para poder perder casi 130 libras, la mujer comenzó a hacer ejercicio, mirando videos en YouTube y aumentando sus entrenamientos. Además, cambió drásticamente su dieta, redujo el consumo de azúcar y dejó de comer fuera de casa alimentos procesados.
«Aprendí a comer de forma intuitiva. Cuando tengo hambre, trato de limitarme con lo básico y hacerlo lo más simple posible», indicó Oyewo a PEOPLE.
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Oyewo dijo que «hubo momentos en los que subió un poco de peso», pero que no dejó que eso la desanime y la aleje de su objetivo. Ella recordó que antes cuando subía un poco de peso enseguida se desanimaba y no continuaba. Pero ahora solo pensaba en que quería «estar saludable, tener más energía y menos ansiedad en medio de la pandemia».
Oyewo destacó que trabajar desde casa le ayudó a tener una dieta más saludable, ya que cuando estaba en la oficina comía todo el tiempo comida de un restaurante dentro del edificio.
La mujer ahora se siente hermosa, saludable y con más energía; cambió su vida por completo. Y gracias a su experiencia en dietas y ejercicios, se convirtió en entrenadora personal certificada.
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«No me importa cuántas veces lo intentaste antes y fallaste», enfatizó Oyewo dejando algunas palabras de ánimo: «Solo quiero decir que puedes hacerlo, puedes hacerlo. Cree en ti mismo».
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