Una mamá brasileña logró recuperar el entusiasmo que sus hijos habían perdido en los estudios por el cierre de las escuelas debido a la pandemia.
Daiane, mamá de seis hijos —Lucas que cursa el 8° grado, Lorrana el 6°, Esther el 3°, Moses el 2°, Victoria el 1°, y la pequeña Emily— tuvo la brillante idea de crear todo un salón de clases en un espacio hecho de madera en su casa en en Colônia Colorado, en la ciudad de Morro Redondo (RS), Brasil, de acuerdo a Razoes para acreditar.
Desde entonces, los niños realizan sus tareas a diario en un entorno decorado similar al de una aula de escuela con abecedarios y dibujos en las paredes.
La creativa mamá grabó en un video cómo es un día en la escuela que ideó para sus niños y cómo los niños se sumergen en sus tareas al igual que lo harían en una escuela.
Leci Vargas, la hermana de Daiane, que es profesora, sintió una gran admiración por el trabajo que logró su hermana y decidió compartirlo en su cuenta de Facebook.
«Me gustaría compartir con mis amigos este video, que para mí es un gran ejemplo de superación de una familia para que sus hijos continúen los estudios. Daiane me llamó y me dijo: ‘¿Hermanita, quieres ver la escuela que construí para los niños?'».
Vargas no pudo contener la emoción al ver el trabajo que Daiane había logrado. Además, la maestra explicó que antes, los niños, estaban desmotivados para los estudios y extrañaban mucho la escuela y a sus amigos.
Vargas dijo que por ese motivo es fundamental el apoyo familiar para poder reinventarse en la difícil situación que generó el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa el COVID-19.
«Queridos estudiantes: Nunca renuncien a sus sueños», concluyó.
Otro padre de la localidad de Estrela Velha, en la Región Central de RS, Brasil, también tuvieron que superar obstáculos de acceso a Internet para que su hijo pudiera cumplir con sus tareas virtuales.
Odilésio Somavilla, papá de Alan, de 11 años, tuvo que improvisar un aula hecha con maderas y lona en medio de un campo para que su hijo pudiera captar señal de Internet, según G1.
Alan, que vive en una zona rural, está en el sexto año de educación básica en la Escuela Estadual Itaúba tuvo que conseguir un teléfono celular para poder estudiar.
«Compramos un teléfono para tener acceso a Internet, pero como la señal en casa no funcionaba bien, tuve la idea de hacer la carpa aquí cerca de la finca, donde la señal es mejor. La construí con piezas de madera y un plástico por si hace frío o llueve, Alan pueda venir a estudiar. Nosotros, como padres, ayudamos tanto como podemos», dijo Somavilla.
Según la directora de la escuela Itaúba, Giovana Dalcin, muchos niños en la zona tienen problemas de acceso a Internet.
«Es un lugar con muchas colinas, donde la señal de Internet es mala y, en muchos de estos lugares, inexistente. Hay estudiantes que necesitan pedir prestado a los vecinos, subir colinas, subir árboles», explicó.
Por eso Alan necesita «Vengo aquí para seguir las explicaciones de los profesores, las clases, porque antes ni siquiera tenía el teléfono», explicó Alan.
Según Dalcin, es un acto de «superación» que los padres se reinventen «en medio de tantas dificultades. Un acto de valentía» y las actitudes que dan «fuerza para salir adelante».
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