Una madre dio a luz a dos bebés en un año, ya que cada uno creció en dos úteros diferentes.
Caroline Wortman, de 30 años, descubrió que estaba embarazada de casi 10 semanas de su segundo hijo, Brooks, casi seis meses después del nacimiento de su primera hija, Josie, de 1 año.
«Siempre supe que quería tener hijos, pero intenté ser positiva y no pensar demasiado en ello», explica Caroline, de Woodstock, Georgia. «La infertilidad fue la historia que me conté a mí misma durante 10 años».
La noticia sobre su posible infertilidad llegó después de que se le diagnosticara didelfia uterina, una enfermedad en la que la mujer tiene un doble conjunto de órganos del aparato reproductor.
La didelfia uterina se produce cuando, durante el crecimiento de un feto femenino, su útero comienza como dos pequeños tubos llamados conductos de Müller.
Estos acabarán fusionándose para formar el aparato reproductor en un proceso denominado embriogénesis.
Las mujeres con didelfia uterina no experimentan una embriogénesis completa y pueden nacer con dos sistemas reproductivos completos.
Caroline tenía 18 años cuando tuvo su primera cita con el ginecólogo que, tras completar el examen, le dijo que tenía dos cuellos uterinos.
Recuerda que se encogió de hombros ante la noticia, ya que no era consciente de las implicaciones que podría tener.
«Le pregunté a la doctora qué significaba tener dos cuellos uterinos y recuerdo que me dijo que podía ser infértil y que, si me quedaba embarazada, probablemente sería complicado y de alto riesgo», cuenta Caroline. «Creo que esto tardó años y el tener que conocer a mi marido para asimilarlo realmente, pero siempre estuvo en mi mente».
Un par de meses más tarde, acudió a una ecografía interna, donde se confirmó que tenía dos úteros completos y se le diagnosticó didelfia uterina.
En ese momento, le volvieron a decir que sería difícil que se quedara embarazada en el futuro.
«Siempre supe que quería ser madre, solo que no estaba segura de poder hacerlo sin adopción, gestación subrogada o alguna otra intervención», dice Caroline, que trabaja en un bufete de abogados.
Al crecer, el diagnóstico de Caroline no afectó a su vida, pero las cosas cambiaron cuando conoció a su actual marido, Nate Daniel Wortman, de 35 años, cuando ella tenía 23 años.
Los dos fueron presentados por un amigo común mientras Nate servía en el ejército y estaba destinado cerca de Caroline en Savannah, Georgia.
Poco a poco, Caroline se sinceró con Nate sobre su estado.
«Estaba nerviosa. Cuando empezamos a salir, sabía que él quería tener hijos y no sabía si era algo que podía darle», cuenta la licenciada en comunicación visual. «Pero él me tranquilizó mucho y no pareció molestarse por el hecho de que tal vez tuviéramos que buscar otras opciones para tener hijos».
Siempre le dijo que, de alguna manera, todo se solucionaría si así fuera.
Cuando la pareja se casó en 2019, inmediatamente comenzaron a intentar agrandar la familia.
«No sabía cuánto podía tardar, si es que tardaba», dijo Caroline. «Estaba preocupada, pero siempre oyes que la preocupación hace más difícil quedarse embarazada, así que simplemente intentamos estar felices y relajados como recién casados con todo el asunto».
El 25 de abril de 2020, Caroline salió a trabajar pero tuvo que parar porque empezó a sentirse extraña y sin aliento.
Entonces se dio cuenta de que su periodo se había retrasado unos días y se hizo una prueba de embarazo que había comprado meses antes.
«Mientras esperaba los resultados de la prueba, guardé la varilla en un cajón para no mirarla mientras esperaba», cuenta Caroline. «Sentía que estaba a punto de desmayarme por los nervios, ni siquiera le había dicho a Nate que iba a hacerme la prueba».
La feliz pareja fue al médico y descubrió que Caroline tenía siete semanas se embarazo. Siguieron acudiendo a las citas mensuales y a las ecografías internas para comprobar que avanzaba sin problemas.
El útero que no llevaba a su bebé simplemente se apartó a medida que crecía, y la pequeña Josie Magnolia Wortman nació el 2 de enero de 2021, con un saludable peso de 2.7 kg.
La familia de tres miembros pasó unos felices seis meses como tal antes de que Caroline empezara a sentir náuseas mientras salía a comer con sus padres en junio de ese mismo año.
«Pensaba que era mi padre el que conducía, pero en ese segundo, todos los síntomas extraños hicieron clic en mi cabeza y me hice la prueba a la mañana siguiente antes del trabajo», dijo Caroline. «Cuando bajé de hacer el examen, Nate me preguntó ‘¿estamos limpios?’ y yo sostuve el examen, sonreí y dije ‘¡no!
«Nos reímos de la emoción, pero también estábamos aterrorizados».
La pareja no había estado intentando tener un segundo bebé, pero en su siguiente cita, Caroline descubrió que ya estaba de casi 10 semanas y que el bebé estaba creciendo en su otro útero.
«El bebé era lo suficientemente pequeño como para ver el otro útero y confirmar en qué lado estaba el bebé: Josie estaba a la derecha, Brooks a la izquierda», cuenta Caroline.
Aunque su embarazo fue normal, comenzó en labor de parto a las 33 semanas y cinco días y estaba completamente dilatada cuando llegó al hospital.
Brooks Daniel Hayes Wortman nació el día de San Esteban de 2021, con un peso de apenas 2.4 kg, y permaneció en la UCIN durante nueve días.
Caroline cree que su prematuridad se debió probablemente a que el cuello del útero se dilató antes de tiempo, una complicación habitual de la didelfia uterina.
Compartió su singular historia de embarazo en TikTok, que ahora tiene más de 930,000 visitas y casi 39,000 likes, con el fin de concienciar sobre las luchas por la fertilidad.
«Ser infértil y pensar que lo serás son dos cosas drásticamente diferentes, pero solo animaría a las mujeres a que no se rindan si quieren ser madres, y a que no tomen las palabras de un médico como algo definitivo», dijo. «No recuerdo haber encontrado ninguna historia relacionada con mi diagnóstico específico durante mi embarazo, así que espero que esto pueda ser sobre al menos una mujer».
También espera que su historia pueda ayudar a otras mujeres a las que se les diagnostica la misma enfermedad que a ella a mirar y decir «mira, a esta chica le dijeron que no y tuvo dos bebés sanos en un año».
Con la colaboración del personal de The Epoch Times.
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