Cuando las carreteras heladas hicieron que el trayecto normal de su familia al colegio se convirtiera en una opción peligrosa, una madre de dos niños de Nueva York pensó en algo diferente. Puso a sus dos hijos en un trineo con ropa de nieve y se abrochó el cinturón para hacer el viaje más aventurero hasta la fecha.
Charlotte Guernsey, de 47 años, es agente inmobiliaria, propietaria de una tienda de novias y de un local de bodas en Hudson Valley, Nueva York. Ella y su marido, Dennis Vetrano, de 51 años y propietario de un bufete de abogados, viven con sus dos hijos —Travis, de 7 años, y Cordelia, de 6— en una propiedad de tres hectáreas en la ladera de una montaña, a las afueras de la ciudad.
El 16 de diciembre, mientras Charlotte preparaba a sus hijos para ir al colegio, la empleada de Charlotte les llamó para alertarles que había hielo en las carreteras.
«Ese día en concreto llovía en la ciudad, pero todos estábamos helados por la diferencia de altitud», cuenta Charlotte a The Epoch Times. «No quería que llegaran tarde al colegio ni que faltaran a clase porque hubiera hielo en la carretera, así que pensé en subirlos al trineo y bajarlos por la colina… Pensé que sería divertido para ellos, ¡una especie de aventura!
«También me lo tomé como una oportunidad de aprendizaje para ellos, para enseñarles que, independientemente de los obstáculos que se presenten, hay una oportunidad para pensar de forma diferente y encontrar siempre otra manera de hacer que algo suceda».
La madre indicó a sus hijos que se pusieran el equipo de nieve y el trío se subió al trineo. Los niños estaban «un poco asustados por momentos», dijo Charlotte, pero en general, su breve viaje de media milla colina abajo fue divertido.
«Hubo un par de veces en que estuvimos un poco fuera de control porque estaba muy helado… pero llegamos abajo y nos encontramos con mi empleada, que pudo recogernos y llevarnos a la escuela primaria a unos cinco minutos», dijo Charlotte.
Aunque hubo momentos en que sus hijos se cayeron —-Charlotte los describe como si fueran «huesos de goma»— se limitaron a rebotar y reír.
«Creo que es una mañana que no olvidarán».
Después de acompañar a Travis y Cordelia al colegio, Charlotte volvió a su casa en 25 minutos. Pasó las cuatro horas siguientes esparciendo sal en el camino de tierra que serpenteaba colina abajo con su marido y un empleado para ayudar a derretir el hielo.
Charlotte había comprado 10 acres de propiedad en la montaña. Nadie más la había querido porque era difícil construir en ella. Así que Charlotte decidió encargarse ella misma de hacerlo realidad. Ahora, son la única casa de la montaña.
«Es muy raro que no podamos conducir, solo cuando hay hielo [y] no tenemos un vehículo con cadenas preparado, tenemos que bajar andando o en trineo», explica.
Charlotte compartió imágenes de su paseo en trineo en las redes sociales, donde el video se hizo viral. Charlotte se mostró sorprendida por la avalancha de comentarios positivos, afirmando que la mayoría de los internautas estaban contentos de ver a sus hijos divertirse y la elogiaron como madre por crear recuerdos positivos.
«No lo hacía para ser una gran madre, lo hacía para llevarlos al colegio», dijo Charlotte. «Lo que parecía que iba a ser un desastre acabó siendo muy divertido… simplemente tomar esos momentos y tratar de darles la vuelta y disfrutar de ese tiempo en familia, de eso se trata la vida».
Algunas personas preocupadas por la seguridad del trío señalaron que deberían haber llevado casco, algo con lo que Charlotte está de acuerdo. Sin embargo, ella dijo que en ese momento no tenían ninguno.
Desde aquel día, Travis y Cordelia han sido fervientes partidarios de su gélida jornada escolar.
«Ahora quieren salir, ir en trineo e ir al colegio así todos los días», dijo Charlotte.
(Crédito del video: Newsflare)
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