Una madre neoyorquina criticada por su «pereza» a la hora de criar a sus hijos ha revelado cómo han florecido sus dos hijos pequeños desde que empezó a involucrarlos en actividades de cocina.
Aziza Bobojanov, originaria de Tayikistán y su marido empezaron a fomentar la independencia de sus hijos cuando tenían 17 meses.
«Desde que empezamos a involucrarlos en tareas como servirles el desayuno o ayudarles en actividades cotidianas como cocinar, limpiar e incluso montar muebles, hemos notado una disminución significativa de las rabietas», explica la Sra. Bobojanov, de 28 años, a The Epoch Times. «Se ha hecho evidente que cuanto más participan en estas actividades, más felices son. Ya no buscan atención gritando porque se sienten incluidos en la mayoría de nuestras rutinas domésticas».
Tras leer numerosos libros sobre desarrollo infantil, la Sra. Bobojanov, ingeniera de Javascript, adoptó el enfoque Montessori, que aconseja a los padres implicar a sus hijos en las actividades de la cocina dedicando estantes accesibles y un armario para sus utensilios y vajilla.
Sin embargo, como la familia Bobojanov reside en Nueva York, tiene problemas de espacio. Así que la Sra. Bobojanov innovó una minicocina funcional adaptada específicamente a las necesidades de sus gemelos.
«Inicié su participación en la organización de la mesa del desayuno cuando cumplieron dos años, como paso inicial hacia la independencia», explica.
La Sra. Bobojanov se dio cuenta de que cuando los gemelos exploraron por primera vez su mini nevera, «comprendieron instintivamente» cómo colocar los artículos en su mesa de desayuno mientras sacaban los ingredientes necesarios de la nevera.
Animada por su curiosidad, empezó a documentar sus pequeños pasos hacia la autosuficiencia y a compartirlos en las redes sociales. Un vídeo que se ha hecho viral, muestra a los niños organizando la mesa de su minicocina: rompiendo huevos, pelando plátanos y limpiando lo que ensucian.
El vídeo ha acumulado más de 700,000 reacciones y muchos comentarios positivos. Algunos usuarios de las redes sociales se sorprenden al ver a los niños rompiendo un huevo con una sola mano, mientras que otros están encantados con la pequeña cocina que han diseñado especialmente para aprovechar al máximo el espacio limitado de su apartamento urbano.
Si bien el 90 por ciento de los comentarios de los usuarios de redes sociales son de apoyo y aliento, la Sra. Bobojanov dijo que algunos creen que sus hijos son «demasiado independientes» y que los padres deberían permitirles simplemente ser niños.
«Me he dado cuenta de que es imposible complacer a todo el mundo y de que siempre habrá alguien que nos juzgue», afirma Bobojanov. «Francamente, he aprendido a no dejar que me molesten las críticas sobre nuestro método de crianza. Nuestra familia funciona de la forma que más nos conviene y no estoy imponiendo nuestras técnicas a nadie más. Lo más importante es que este enfoque funciona eficazmente para nuestra familia, y eso es lo que de verdad importa».
La Sra. Bobojanov crea tareas apropiadas para la edad de sus hijos confiando en sus instintos.
«Nunca conoces las capacidades de un niño hasta que le das una oportunidad», dice la Sra. Bobojanov. «A menudo subestimamos las capacidades de los niños pequeños, pero son increíblemente agudos y perspicaces observadores de nuestras rutinas diarias».
Los gemelos dominan el arte de pelar y cortar huevos duros y saben preparar batidos con yogur, plátano, bayas congeladas, mantequilla de almendras y avena. Los pequeños chefs también saben poner y ordenar la mesa del desayuno de forma autónoma, además de cortar en rodajas varias frutas y verduras blandas.
Otro gran logro es que pueden servirse solos agua del dispensador y leche de la jarra cuando tienen sed.
La defensora de Montessori se sienta con sus hijos para apoyarles siempre que lo necesitan, como cuando tienen problemas para untar mantequilla de almendras o abrir tarros. A través de su experiencia, se ha dado cuenta de que es un delicado acto de equilibrio que requiere saber cuándo dar un paso atrás y una gran oportunidad para practicar la paciencia.
«Hay momentos en que puede ser un poco difícil, sobre todo cuando tenemos prisa y los gemelos insisten en hacerlo todo ellos», dice. «Me llevó un tiempo aceptar que accidentes como romper platos o derramar bebidas formaban parte de su proceso de aprendizaje».
Cada vez que ocurría un percance, para ayudarla a mantener la calma y la compostura y permitir a los gemelos procesar la situación, la señora Bobojanov contaba hasta diez.
«Sorprendentemente, aprendieron enseguida a manejar objetos frágiles. Aunque los derrames siguen ocurriendo de vez en cuando, ya no necesito contar hasta 10 porque los gemelos cogen instintivamente un paño de cocina para limpiar el reguero que hayan causado».
En retrospectiva, la madre de dos hijos cree que todo ha merecido la pena, porque sus hijos han ganado confianza y un sentido de logro gracias a su participación. Además, han desarrollado su motricidad fina, su creatividad y habilidades cruciales para la vida. Los padres también han visto que los mellizos tienen ahora un nuevo interés por la comida.
«Nunca les habían gustado los huevos duros hasta que empezaron a pelarlos y cortarlos en rodajas por sí mismos», dice la Sra. Bobojanov.
Su objetivo es que acaben preparándose su propio desayuno y, a largo plazo, fomentar la autosuficiencia.
«En última instancia, nuestro objetivo como padres es criar adultos respetuosos, fiables y con éxito», afirma.
A través de este viaje, la Sra. Bobojanov ha podido crear muchos recuerdos increíbles, incluido el momento en que los niños aprendieron a hacer pizza desde cero.
“Ser testigo de su entusiasmo mientras preparaban su comida favorita, la pizza, no tiene precio”, dijo.
En otra ocasión, cuando los chicos se despertaron malhumorados por no haber dormido bien, la Sra. Bobojanov les recordó el desayuno y su humor cambió al instante.
«Mientras nos dirigíamos al salón, les recordé que debían abrir la nevera», explica. «Se les iluminaron los ojos de pura emoción a pesar de que aún tenían lágrimas por haberse despertado de mal humor».
«Sus alegres reacciones, saltando y nombrando con entusiasmo cada artículo de la nevera, me llegaron al corazón».
Para los padres interesados en probar el método de la Sra. Bobojanov, aconseja involucrar a los niños en las tareas de la cocina o el hogar desde los 12 meses y explorar varios libros de desarrollo infantil para establecer el enfoque que mejor se adapte a su familia y se alinee con su estilo de crianza.
También recuerda a los padres que: «No hay que enfadarse por las bebidas derramadas o los platos rotos. El desorden se puede arreglar en cuestión de minutos, pero los recuerdos que estás creando con tus hijos perdurarán toda la vida».
Vea el video
(Cortesía de @zi_twinmom)
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