Una madre del norte de California se enfrentó a un atacante afuera de su apartamento en Elk Grove, cerca de Sacramento, y la policía dice que probablemente salvó no solo su propia vida sino también la de su hija de 3 años.
Cuando Kim Santos caminaba con su hija por el estacionamiento de su complejo de apartamentos alrededor de las 9 p.m., dice que un hombre enmascarado corrió hacia ellas y la agarró.
«Cuando empezó a correr hacia nosotros me dije: ‘¿Qué está sucediendo?’, en mi cabeza», contó a KTLA5, con una voz temblorosa y lágrimas en su rostro.
Santos luchó con su atacante, empujando a su hija hacia un lado mientras intentaba esquivar al hombre.
«Tengo moretones y cortes en mi [muslo]», dijo, «porque él vino hacia nosotras con toda su fuerza».
Pero cuando el atacante le arrebató su hija de 3 años, Santos dice que su instinto maternal le dio una patada en el trasero. Demasiado asustada para gritar al inicio, empezó a darle patadas y puñetazos con todas sus fuerzas.
«Cuando nos agarró a ella y a mí, fue cuando pateé y pateé y empecé a dar puñetazos», dijo a KTLA5.
En la lucha, Santos luchó por su propia vida y la de su hija, diciendo que sabía que no podía dejar que el hombre se las llevara.
«En mi mente, yo estaba como: ‘No, esto no está pasando'», dijo.
En medio de los gritos y llantos de Santos y su hija, el atacante finalmente se rindió y se retiró, dejándolas aturdidas pero vivas.
Mientras huía de la escena, los vecinos salieron del complejo de apartamentos respondiendo al ruido.
La policía de Elk Grove dice que la decisión de Santos de luchar probablemente les salvó la vida.
«Hizo todo lo que pudo en ese momento», dijo Hannah Gray, portavoz del Departamento de Policía de Elk Grove. «Aconsejamos a todos a hacer lo mismo.»
En un conmovedor video de Facebook Live, publicado la misma noche del ataque, Santos le suplicó a los padres: «Siempre estén preparados, no importa lo que suceda. Porque nunca se sabe».
Santos describió a su atacante como de aproximadamente 30 años de edad, de complexión media, tez hispana y pelo negro «poofy». Llevaba una máscara facial y gafas de montura negra.
La policía todavía está rastreando al sospechoso.
«Espero que podamos encontrar a este tipo, porque no quiero que esto le suceda a nadie más», dijo Santos. «Esto es algo que da mucho miedo».
Después de la entrevista de KTLA5, se puede oír a Santos consolando a su hija, diciendo: «Lo hiciste bien, cariño. Mamá siempre te protegerá, ¿de acuerdo?».
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