Una madre que luchaba por encontrar inspiración para el vestido de su hija para el baile anual de padre e hija decidió modificar su propio vestido de graduación para que la pequeña lo luciera en su día especial.
Lexi Donelson, madre de tres hijos, había llevado el vestido turquesa a su baile de graduación en abril de 2012 con su novio del instituto, Dewey, un ranchero de 26 años.
La pareja había empezado a salir un par de meses antes del baile, pero se conocieron cuando tenían 10 años, ya que habían estado en la misma clase en el colegio.
Se casaron en julio de 2016 y desde entonces han dado la bienvenida a tres niños juntos: Bear, de 6 años, Sterling, de 5, y SJ, de 2.
En febrero, la ama de casa de Ponca City, Oklahoma, estaba comprando un vestido para su hija de 5 años, Sterling, pero no encontró ninguno que le gustara.
«Vi uno parecido a mi vestido de graduación y se me ocurrió la idea: ¿por qué no arreglo el mío? dice Lexi. «Llamé a mi madre y pensamos cómo hacerlo».
Lexi y su madre, Karena Logan, una contable jubilada de 48 años, jugaron con el vestido e intentaron arreglarlo antes de cortar el tul de la parte inferior para acortarlo y apretar el pecho para hacerlo más pequeño.
La pareja pasó unas dos horas arreglando el vestido antes de que Lexi estuviera contenta con él.
«Cuando se lo dije a Sterling antes de arreglarlo, le dije: ‘Este va a ser tu vestido ahora’. Estaba muy confusa», cuenta Lexi.
Sin embargo, al ver a su madre y a su abuela cortándolo y cosiéndolo, Sterling se emocionó mucho.
«Cuando era más pequeña, me lo probaba y ella lo llamaba mi vestido de Elsa», dijo Lexi. «Ahora dice: ‘Es mi vestido de Elsa'».
Después de que le hicieran el vestido a su medida, Sterling estaba tan eufórica con su vestido que no quería quitárselo. Lexi le dijo que no debía ponérselo antes del baile especial y le sugirió que se lo quedara para el baile pero que después se lo pusiera todos los días.
Tanto Lexi como Dewey creen firmemente en la importancia del «baile de papá e hija».
Al ver a su hija y a su marido, Lexi no pudo evitar acordarse de su propio día de graduación.
«No podía imaginar que sería un padre tan increíble», dijo Lexi. «Se levantó temprano y fue a buscarle flores y un osito de peluche».
Lexi sacó fotos de Sterling y Dewey con sus trajes antes del baile y se «emociona» pensando en el momento.
Ahora Sterling lleva tanto el vestido que los tirantes «se le han salido».
Lexi está muy contenta y agradecida de que su madre haya conservado su ropa vieja y tenga también su vestido de graduación del año siguiente, un vestido estilo sirena.
«Mi madre es muy sentimental y lo ha guardado todo», dice. «Tengo otro vestido del baile de graduación que puede usar para su fiesta de graduación o para lo que quiera».
Con la colaboración del personal de Epoch Times.
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