Cuando su hijo empezó a tener problemas en la escuela, la madre, Ifeoma Chuks-Adizue tomó la difícil decisión de hacer una pausa en el trabajo para centrarse en él.
Años más tarde, su decisión de dar prioridad a su hijo no solo ha cambiado su vida, sino que no ha obstaculizado su carrera en lo más mínimo.
Ifeoma, de Lagos (Nigeria), compartió en las redes sociales, en enero de este año, que se dirigía a otros padres profesionales, asegurándoles que una pausa en su carrera no tenía por qué disuadirlos de tener éxito.
«En junio de 2015, me dijeron que mi hijo [de 6 años] tenía que repetir curso por problemas del habla», explicó Ifeoma en LinkedIn en el décimo cumpleaños de su hijo. Retrasarse, dijo ella, colocaría a su hijo OJ en la misma clase que su «hermanita mandona», una humillación que pocos hermanos disfrutarían.
La mamá trabajadora sabía que tenía que centrarse en su «hombrecito» y someterlo a la terapia que le habían recomendado.
Ifeoma trabajaba entonces como directora de marketing en Procter & Gamble. «Fue duro», admitió. «Estaba dirigiendo la mayor marca del trabajo en un momento muy significativo».
Sin embargo, se preguntó qué era más importante: demostrar que podía impulsar una marca en dificultades o evitar que su hijo tuviera un «viaje hacia abajo» en su vida. Tras derramar lágrimas por su inminente renuncia, Ifeoma se reunió con su representante, Karim Elfiqi.
Pero su representante le sugirió que no tenía que renunciar después de todo, según dijo a The Epoch Times por correo electrónico, y en su lugar le ofrecieron una licencia de un año como posibilidad.
Resultó ser, más que una posibilidad, una fórmula de éxito.
«Diez meses después, volví a trabajar como una mamá feliz y mi nueva marca creció dos dígitos en plena recesión», explicó Ifeoma. Hoy es jefa de marketing de Cocoa Beverages West Africa en Mondelez International.
A los seis años, su hijo «hablaba sin sentido y se lo consideraba un tonto». Desde que se tomó un tiempo para centrarse en el progreso de OJ, ahora «habla por África» (mucho), dijo, y «es un gurú creativo en su portátil». La madre aprendió tres grandes lecciones de vida durante su pausa profesional, que compartió:
Lección uno: La familia es la clave. «Que siempre estemos presentes cuando nos necesiten», dijo.
Lección dos: «Las oportunidades aparentemente perdidas por la familia SIEMPRE vuelven a ser hermosas».
Y la tercera lección: «El inicio de su carrera no lo define. No renuncie».
En declaraciones a The Epoch Times, Ifeoma agradeció especialmente a su familia por «ser tan increíble» y deseó a su extraordinario hijo un feliz décimo cumpleaños. Espera que su publicación en las redes sociales inspire a otros padres trabajadores a dejar de lado la culpa y las dudas.
«Los padres se han tomado un tiempo libre para sacar adelante a la familia, y aunque en el fondo quieren volver para hacer crecer sus carreras, luchan contra la duda y se preguntan si podrán ponerse al día», dijo Ifeoma a Good Morning America.
«Escribí este posteo para demostrarles también que es posible, especialmente si sus trabajos los hacen felices».
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