Perder un bebé incluso antes de tener una oportunidad en la vida es algo que la mayoría de la gente se sentiría incómoda conversando.
Desafortunadamente, es una de esaMamá que perdió su bebé publica un mensaje para la enfermera que le permitió abrazarlo por última vezs bolas de la vida y nunca se sabe a quién puede golpear.
Todos lidian con el dolor de manera diferente y una joven madre pudo llegar a través de su dolor a la enfermera compasiva que la ayudó a lidiar con su pérdida. Pensar en los demás era lo más importante en su mente, mientras escribía una atenta nota de agradecimiento.
La mamá escribió en LoveWhatMatters.»Entré en esa habitación ya en la etapa final del trabajo de parto y a las 20 semanas de embarazo, ambos sabíamos que mi bebé no volvería a casa conmigo. Apenas dos días antes, había escuchado el hermoso sonido de los latidos del corazón de mi bebé, pero no había manera de saber si seguía resonando desde adentro o si se había callado».
Imaginen la angustia de esa realidad, sería casi demasiado para soportar. Esta valiente mamá estaba tan agradecida de contar con el apoyo del personal del hospital, especialmente de una (enfermera), que pasó por la misma experiencia de perder a su bebé.
«Mientras las contracciones sacudían mi cuerpo, me tomaste de la mano. Mientras el doctor confirmaba la muerte de mi bebé, tú secaste mis lágrimas. Mientras yacía en esa solitaria cama de hospital, mi cuerpo ahuecado por la muerte, tus palabras de comprensión le hablaron a mi alma. Porque tú también experimentaste la pérdida de un bebé».
El médico le desaconsejó ver al recién nacido muerto, probablemente por temor, pero la afligida madre tenía otras ideas.
Relató: «Después de salir momentáneamente de la habitación, volvió con mi bebé, envuelto en una manta, con la cabeza cubierta por un gorro pastel. Mi bebé que pesaba menos de una libra. Mi bebé, cuyo aliento cesó y que hizo que yo hiciera lo mismo».
La enfermera le mostró a una madre en medio de su dolor que todo en la vida es importante, incluso los seres queridos que están aquí, solo por unos instantes.
Añadió: «No le negaste la importancia de su vida a la muerte prematura de mi bebé. Tus palabras eran auténticas, pero fue la mirada en tus ojos la que validó esta importante verdad. Trataste a mi bebé como a un ser humano y me trataste con compasión, ya que me había convertido involuntariamente en una madre afligida».
Esta madre nunca olvidará a su bebé nonato, nunca tuvo la oportunidad de mirarlo a los ojos, pero su amor por él es eterno. Su gratitud a la enfermera en ese fatídico día también permanecerá con ella para siempre.
«Mientras abrazabas a mi bebé, también abrazabas mi corazón. Ahora, te tengo en mi corazón. Porque nunca olvidaré cómo nos trataste a los dos con tanto cuidado».
«Estoy segura, dije: «Gracias», antes de salir de la habitación del hospital. Pero quería decirlo de nuevo. Gracias».
Bebé escucha a mamá por primera vez
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