Mamá sorda hace mascarillas con ventana transparente para leer los labios y está inundada de pedidos

Por Louise Bevan
01 de junio de 2020 4:35 PM Actualizado: 09 de junio de 2020 1:03 AM

Una madre sorda diseñó una mascarilla para ella y su hija sorda para facilitar la lectura de labios: una mascarilla que tiene una ventana de plástico transparente que cubre la boca. Y desde que se supo de su equipo de protección personal especializado (EPP), se ha visto inundada de pedidos de potenciales clientes.

Según Metro, Justine Bate, de 42 años, estaba preocupada porque su hija de 10 años, Teona, no podría entender a sus amigos y profesores cuando volviera a la escuela después del cierre. La diseñadora gráfica, de Manchester (Inglaterra), se propuso encontrar una forma de mantener seguro el círculo social de Teona sin inhibir sus interacciones.

Su ingeniosa solución pronto se extendió como un incendio en las redes sociales.

El 22 de mayo de 2020, Justine publicó su diseño personalizado en su página de Facebook. «Despierta desde las 6 de la mañana haciendo estas mascarillas», escribió.

«Mi hija y yo somos sordas», Justine continuó, «dependemos en gran medida de la lectura de labios, esta Mascarilla Visible es perfecta para los sordos, lectores de labios, y o aquellos que trabajan para / con los sordos o, ¡para aquellos [que] les encanta sonreír!».

Justine explicó que sus mascarillas, confeccionadas en una variedad de telas y patrones, estaban disponibles a pedido a 7.42 dólares (5.99 libras) cada una, incluyendo los gastos de envío y embalaje.

Numerosos internautas comentaron la publicación de Justine, felicitándola por el «asombroso» y «útil» invento.

En la sección de comentarios, Justine explicó además que las mascarillas se pueden lavar a máquina a baja temperatura. «Se empaña un poco al exhalar y desaparece rápidamente», admitió, añadiendo que tratar el panel de plástico transparente con jabón casero y limpiarlo con un paño seco reduce la condensación.

El marido de Justine, Carl Bate, de 50 años, añadió su propio testimonio. «Se empañan un poco mientras hablas», escribió, «pero no es suficiente para no ver tus labios. Pero también regresan a la normalidad en segundos».

«Sería virtualmente imposible detener una niebla y al mismo tiempo detener la protección», reflexionó Carl.

Imagen Ilustrativa. (Pixabay/Cairomoon)

Justine también ha tenido cuidado de dejar claro a sus clientes que sus mascarillas no cumplen con el estándar de equipo de protección personal (EPP) ya que no contienen un filtro.

Justine, que hace sus mascarillas visibles usando una máquina de coser en su desván, pronto se vio inundada de pedidos. Solo unos días después de que su publicación en Facebook se hiciera viral, la diseñadora gráfica vendió 42 mascarillas en una sola mañana, reporta el Daily Mail.

Carl admitió que establecer una línea de producción para montar los pedidos «no fue fácil». «Yo tenía mis maneras de hacerlo y ella tiene su manera», explicó, «pero su manera era la mejor manera». Tanto Justine como Carl describieron la respuesta del público a la Mascarilla Visible como «abrumadora».

«No podemos hacerlos lo suficientemente rápido para lo que la gente necesita», añadió Carl. La mayoría de las consultas procedían de personas que vivían y trabajaban en residencias de ancianos y personas que hacían demandas en nombre de pacientes ancianos con demencia o niños con autismo.

«En realidad, les asustan las personas que llevan puesta esta mascarilla facial completa», dijo Carl. «Quieren estas mascarillas donde puedan ver los labios, así no les da miedo».

Carolyn Stern, subdirectora de extensión del Centro de Audición y Comunicación, dijo al New York Post que la necesidad de mascarillas especializadas entre las personas vulnerables es grande. «Está provocando estrés, ansiedad, agravamiento, frustración y miedo», explicó, «porque ahora están entrando en situaciones que solían manejar bien y ahora sus estrategias de comunicación no están funcionando».

«Ya no tienen el control y están aislados», añadió Stern.

Justine, que es sorda de nacimiento, continúa trabajando duro para satisfacer la demanda de sus mascarillas funcionales inclusivas. «La cantidad de gente que se ha acercado a ella y ha pedido estas mascarillas es bastante impresionante», comentó Carl. «Le encanta el hecho de que está ayudando a otros a tener una mejor calidad de vida en esta situación».


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