Cuando esta niña nació, mucho después de la fecha de parto prevista, y no respiró por más de 20 minutos, el equipo médico se esforzó por resucitarla.
Rachel Norey, una mujer de 34 años oriunda de Essex, Reino Unido, debía dar a luz pero el bebé nació casi dos semanas después. Mientras esperaba en el hospital para que le induzcan el parto, comenzó a sangrar mucho, informó Mirror, el 26 de mayo de 2017.
La madre, que había sufrido un desprendimiento de la placenta, donde la placenta comienza a salir del interior de la pared del útero, había perdido seis litros de sangre cuando dio a luz a su niña, según The Sun.
La bebé llamada Matilda no respiró durante los siguientes 22 minutos después de nacer. Los médicos con insistencia lograron resucitarla y la trasladaron a otro hospital cinco horas después.
Rachel Norey comentó a The Sun, que a ella y a su esposo Dan les habían dicho que las posibilidades de que su pequeña sobreviviera eran «escasas o nulas», pero la niña tenía otros planes y los sorprendió con una recuperación milagrosa.
«Fue un milagro y durante los siguientes días, no podíamos creer lo que estábamos viendo. Era como si de hora en hora volviera a la vida, los doctores se quedaron asombrados», comentó Rachel a Mirror.
«Nos dijeron lo afortunados que éramos, cómo las posibilidades de que esto suceda eran casi inexistentes y que lo de mi hija Matilda era un milagro. Al poco tiempo se hizo más fuerte e incluso ya estábamos hablando de ir a casa», continuó.
Después de permanecer en el hospital durante más de un mes, a Matilda finalmente se le permitió ir a casa.
Rachel dice que quedó en deuda con los médicos por haber salvado la vida de su niña.
Comenta que estaban desesperados por salvar a Matilda. «Todos ellos sentían que tenían que seguir y siguieron adelante, gracias a Dios».
Mira en video la historia de Matilda:
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Reacción de un bebé al escuchar a sus padres por primera vez
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