Un grupo de motociclistas que pasaba por delante del monte Rushmore, en Dakota del Sur, en un día soleado, se detuvo cuando vio a dos niños pequeños al borde de la carretera. Sin padres a la vista y con los niños a punto de llorar, supieron que algo iba mal y se propusieron reunir a la familia.
El motociclista Derik Nash, de Arkansas, de 36 años, ni siquiera debía estar allí ese día. Después de recorrer 1100 millas en un día desde Arkansas hasta Dakota del Sur, Nash encontró un lugar donde alojarse a través de la red de motociclistas Bunk-a-Biker, se hizo amigo de un grupo local y aceptó una invitación para unirse a ellos en un viaje.
«Iba en mi V-Strom», cuenta Nash a The Epoch Times. «Habíamos planeado hacer tres rutas específicas ese día. Acabábamos de terminar nuestra segunda ruta, íbamos a pasar por el monte Rushmore y echarle un vistazo desde lejos… y al salir del semáforo en rojo había dos vehículos delante de nosotros, un Charger verde y un pequeño todoterreno. Entonces nos dimos cuenta de los niños en el arcén».
Intuyendo que algo no iba bien, Nash y sus compañeros se detuvieron detrás del Charger y vieron a un niño y a su hermana pequeña consolados por una mujer.
«Sin duda estaban asustados», dijo Nash. «Creo que estaban bastante bien controlados, teniendo en cuenta las circunstancias; no estaban llorando cuando llegamos allí inicialmente. Hicimos lo que pudimos para calmarlos y buscar ayuda».
«Como padre, me acerqué a ellos como me gustaría que alguien se acercara a mis hijos».
Provisto de dos nombres y una descripción, Nash envió a uno de sus compañeros más adelante a buscar a los padres desaparecidos. Las mujeres ofrecieron agua y bocadillos a los niños, y Nash les roció crema solar en los brazos y piernas descubiertos para protegerlos del sol abrasador.
Al no encontrar a los padres, el propio Nash se dirigió a la oficina del monumento del Monte Rushmore para alertar a los guardabosques y lo grabó todo con la cámara de su chamarra. Recuerda que pasaron 20 o 30 minutos antes de que los padres regresaran, y nunca supo cómo se separó la familia.
«Yo no estaba con los niños cuando volvieron los padres. Había subido a la estación de guardabosques y estaba volviendo», dijo. «Las personas que estaban conmigo allí dijeron que la madre estaba muy fuera de sí y nerviosa cuando llegó, solo agradecida por haberlos encontrado.
«Probablemente estaba tan asustada como los niños. Estaba nerviosa por los niños. No sabes lo que está pasando. No conoces la situación. Una vez que los vi unidos, me quedé extasiado por ellos. Ese niño estaba sonriente y feliz».
(Cortesía de Derik Nash)
Nash compartió su grabación de la inusual parada en YouTube y el video se hizo viral, con más de 4.8 millones de visitas hasta la fecha.
Los propios hijos de Nash lo vieron «con incredulidad», dijo, y los espectadores han comentado de todo, desde el buen corazón de los motociclistas hasta el misterio de los niños perdidos, pasando por si alguien debería haber llamado a la policía.
Echando la vista atrás, Nash anima a cualquiera que se encuentre con una situación similar a «involucrar a la policía si se puede», y los califica de «una gran ayuda». El motociclista también se alegra de que su video anime a la gente a no juzgar un libro por su portada.
«La gente en moto tiene mala fama», afirma. «No creo que nunca me planteara si intervendría… Me gustaría pensar que cualquier ser humano habría hecho lo mismo».
«Todos cometemos errores; como padres y como personas, puedes darte la vuelta un segundo y tus hijos ya no están. Solo esperaría que cualquiera hiciera lo mismo por mí».
Nash, que conduce motos desde los 14 años, posee una V-Strom de 2004, una Harley Davidson Ultra glide de 2007 y varias motos de cross. Pasará el invierno preparando sus motos para nuevas aventuras de largo recorrido en primavera.
«Hay mucho estrés en el mundo empresarial, en casa y con la familia», dice Nash. «Montar en moto me da la oportunidad de relajarme y tener tiempo para mí».
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