Una mujer australiana con un pie en la tumba, que pesa 770 libras en su punto máximo, recuperó la vida al optar por una dieta basada exclusivamente en carne y alta en grasas y perdió la asombrosa cantidad de 500 libras.
Lindy Barker, de 52 años, de Melbourne, es madre de dos hijas de 21 y 32 años. La señora Barker trabaja desde casa como asistente virtual. A lo largo de los años, lo había intentado todo y había seguido todas las dietas posibles, pero no podía mantener ninguna de ellas. Hoy pesa 270 libras y sigue perdiendo peso cada semana.
«No pude hacer nada. Era una inútil y me sentía como una carga para mi familia», dijo a The Epoch Times. «Estaba llegando al punto en el que me iba a quedar postrada en cama».
Un sentimiento horrible
Proveniente de una familia italiana, la Sra. Barker dijo que todos sus parientes tenían sobrepeso.
Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando todo escaseaba en Italia, la familia de la Sra. Barker se mudó a Australia, donde la comida abundaba.
«Se habían perdido muchas cosas en su infancia y querían darnos todo», dijo. «No querían que nos quedáramos sin nada. La comida se utilizaba como consuelo».
Cuando era niña, la Sra. Barker era «muy tímida y muy retraída» y, por lo tanto, comer se convirtió en su opción favorita.
Cuando tenía 20 años y pesaba alrededor de 300 libras, Barker probó diferentes dietas. Cuando nada funcionó, se sometió a una cirugía de bypass gástrico en Y de Roux y después de la operación, le costaba retener los alimentos.
«Estaba vomitando mucha comida», dijo, y agregó que debido a que tenía dificultades para comer alimentos sólidos, comenzó a vivir de helado y chocolate.
Sin embargo, esto no abordó los problemas centrales relacionados con su alimentación emocional.
Cuando tenía 30 años, a su madre le diagnosticaron cáncer. Días después, descubrió que su hija, que entonces tenía 12 años, tenía diabetes. Durante los siguientes siete años, la Sra. Barker cuidó de ambas mientras trabajaba a tiempo completo, y su dependencia de la comida como fuente de relajación y comodidad creció.
«Seguí creciendo cada vez más», dijo, recordando cómo durante las reuniones de Zoom, siempre tenía la cámara apagada porque se avergonzaba de su peso.
A lo largo del día apenas comía porque su trabajo la mantenía activa.
«Me sentí importante, era buena en lo que hacía», dijo Barker. «Todos me amaban. Y sentí que me dio un propósito».
Sin embargo, después de cenar con su marido, reflexionaba continuamente sobre su próximo refrigerio hasta quedarse dormida.
«A la mañana siguiente, te despiertas y siempre te preguntas de dónde vendrá la próxima comida», dijo. «Ese es un sentimiento horrible. Es como estar prisionero en tu casa y pensar en nada más que de dónde vendrá la próxima comida».
Durante la pandemia, Barker recordó haber pesado cerca de 800 libras.
Esto afectó aún más su vida, ya que rara vez podía salir de casa.
«No podía caber detrás de la silla de ruedas, ni siquiera en el coche, porque era tan grande que [mi marido] no podía cambiar las velocidades del coche porque yo le estorbaba», dijo.
Cuando planeaba ir a un restaurante, investigaba qué sillas utilizaban.
«¿Tienen brazos las sillas? Porque si es así, no quepo. ¿Las sillas son resistentes? ¿Las voy a romper si me siento en ellas? ¿Hay escaleras? Tenía que pensar en todas estas cosas antes de salir de casa», dijo.
Transformó toda mi vida
Después de sentirse «fracasada» en 2022, Barker se topó con algunos videos de un médico hablando sobre los beneficios de una dieta carnívora. Desesperada, a la Sra. Barker se le ocurrió la idea de que si elegía esta dieta, podría salvar su vida. Al principio, seguir el plan, —que incorporaba carne de res, cordero, cerdo, pollo, mariscos y algunos lácteos— fue un poco difícil.
Además, la Sra. Barker también necesitaba eliminar todos los alimentos procesados y aceites de semillas de su dieta, optando por cocinar solo con mantequilla, sebo o ghee.
La Sra. Barker comparó el proceso de eliminar el azúcar y los alimentos procesados con dejar el alcohol o el tabaco, dijo que experimentó un período de desintoxicación y al principio se sintió peor. Sin embargo, cuando superó el obstáculo inicial, el proceso se volvió mucho más fácil.
«Pude seguir adelante», dijo. «En un par de semanas, me sentía mejor».
Un efecto incapacitante de cargar esos kilos de más fue el linfedema; una condición que causa hinchazón debido a la acumulación de líquido linfático en el cuerpo. Poco después de cambiar su dieta, dijo, obtuvo alivio de su afección y experimentó menos dolor en las articulaciones y mayor movilidad.
Dos años después del cambio, la Sra. Barker dice que ama su vida. Tiene coche, sale a pasear y de compras, y puede disfrutar del tiempo fuera de casa con su marido y sus hijas.
«Mis hijas han recuperado a su mamá», dijo, y agregó que ahora salen juntas a hacerse las uñas.
También ha podido salir con su marido conduciendo, comprando y caminando de la mano.
«Ahora saludo a todos con una sonrisa en la cara. Amo la vida ahora. Transformó toda mi vida. No se trata sólo de perder peso, se trata de la curación que he logrado como persona. La pérdida de peso es sólo la cereza del pastel».
Por supuesto, la entusiasta dieta carnívora se ha enfrentado a la reacción de los críticos, quienes comentan que debe estar estreñida o sufrir de colesterol alto.
«Hay muchos conceptos comunes erróneos», dijo, «pero no estoy estreñida en absoluto y no tengo ningún problema. Mis marcadores de inflamación son normales y recientemente me hicieron un escáner cardíaco porque estoy pensando en someterme a una cirugía de extirpación de piel… y mi corazón está fuerte».
Otra cosa que dice la gente es que correrá riesgo de sufrir escorbuto por deficiencia de vitamina C, o de sufrir un infarto.
«Nunca he oído hablar de nadie que haya contraído escorbuto con la dieta carnívora y, bueno, estuve muy cerca de sufrir un ataque cardíaco con 800 libras», dijo la Sra. Barker.
Sin embargo, la señora Barker admite que falta evidencia científica sobre la eficacia de la dieta cárnica, pero señala que hay muchos testimonios de personas que han cambiado sus vidas de esta manera.
Para la Sra. Barker, es un trabajo en curso. Como tuvo sobrepeso toda su vida, su cuerpo sufrió muchos daños estructurales y hace poco que pudo empezar a hacer ejercicios suaves, como caminar en una cinta y usar una máquina de rebote.
El objetivo de la Sra. Barker es pesar menos de 220 libras. Aunque su pérdida de peso se ha desacelerado después de la dramática caída inicial, todavía está perdiendo libras cada semana. Se siente extremadamente positiva acerca de sus elecciones, llegando incluso a ayudar e inspirar a otros a través de su página de Instagram y su canal de YouTube.
«Estoy feliz de ayudar a las personas, a intentar motivarlas e inspirarlas a intentarlo y recuperar su vida. Porque podemos hacerlo», dijo. «Yo misma salí de ese agujero».
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