Una adicta al chocolate con 265 libras de peso (aprox. 120 Kg) que todas las noches se comía un bloque familiar de chocolate quedó irreconocible después de bajar más de 100 libras (aprox. 45 Kg) y seis tallas de ropa gracias a su presupuesto de 40 dólares semanales para preparar comidas saludables.
Después de alcanzar su peso máximo de 120 kg, la autoestima de Victoria Bowen llegó a su punto más bajo, mientras que su armario estaba lleno de ropa de talla 24.
La madre de dos hijos era adicta al chocolate y se comía un bloque cada noche, aunque a menudo optaba por la comodidad de la comida para llevar con muchas calorías, en lugar de las comidas caseras saludables.
Pero Victoria decidió hacer un cambio cuando su obesidad le impidió correr con sus hijos Brodie, de 9 años, y Rylan, de 8, mientras estaba en el parque, y tuvo que sentarse en el césped mientras su marido, Shannon, de 34 años, jugaba con ellos.
Determinada a adelgazar, esta madre de Red Cliffs, Australia, abandonó su hábito de comer alimentos dulces y optó por comidas saludables llenas de carbohidratos, proteínas nutritivas y verduras frescas, preparadas durante sus «domingos de preparación de comidas» en casa, que cuestan solo 40 dólares a la semana.
Después de bajar 104 libras (aprox. 47 kg) y seis tallas de ropa, se siente más segura que nunca en su talla 10 de 160 libras (aprox. 73 kg) y está irreconocible; ahora es entrenadora de salud y fitness online.
«Mi peso empezó a acumularse durante el embarazo», explica. «Dejé de trabajar y mi mentalidad cambió, me tomé lo de ‘comer por dos’ al pie de la letra».
«Aumenté la mayor parte del peso durante las últimas diez semanas de embarazo y después se fue acumulando».
«Cuando estaba más pesada, me comía un bloque de chocolate cada noche. Consumíamos mucha comida para llevar, con la excusa de que estaba cansada después de cuidar a los niños todo el día».
Ella sabía que tenía sobrepeso, pero no era consciente de lo mucho que había crecido.
El punto álgido de Victoria llegó cuando estaba con su marido y sus hijos en el parque. «Shannon estaba corriendo con ellos en el parque y yo me quedé sentada en la alfombra de picnic», explica.
«Físicamente no podía jugar como él. Recuerdo que pensé que me estaba perdiendo muchas cosas de mi vida y que no podía disfrutar de mis hijos».
Victoria necesitó la ayuda de su marido para levantarse del césped, ya que sus rodillas no podían soportarlo. Al día siguiente comenzó su travesía para perder peso.
Primero abandonó la comida para llevar con muchas calorías y su hábito diario de comer chocolate, además de hacer pequeños cambios en la alimentación, como añadir más verduras y cambiar la comida frita por la cocinada al horno.
Pero el arma secreta de Victoria fue empezar a preparar comidas saludables todos los domingos en la noche, ayudándole a mantener sus objetivos en calorías durante toda la semana.
Con nutritivos desayunos, almuerzos, cenas y refrigerios, todo quedaba planificado y preparado para la semana, Victoria dijo que esto la ayudó a mantenerse en el camino y a adelgazar.
«Perdí mi peso de forma natural a través de la dieta y el ejercicio», dijo. «No fue una solución rápida y no ocurrió de la noche a la mañana».
«Al principio realicé cambios sencillos en mi dieta, cosas como cambiar los fritos por comida al horno, comer muchas ensaladas y verduras para mantenerme llena».
«Preparar las comidas me ayudó mucho a perder peso, porque siempre buscaba esa opción rápida para llevar».
Al preparar sus comidas, Victoria sabía qué contenían, que eran saludables y, lo más importante, que le permitirían alcanzar sus objetivos.
«Paso una hora en la cocina los domingos por la tarde», dijo. «Usualmente preparo mis alimentos para el desayuno, los almuerzos y parte de la cena para los siguientes cinco días. Me ahorra mucho tiempo».
«Me encantan mis domingos de preparación de comidas, y lo recomiendo al 100%. Hay muchas opciones».
«Puede hacer como yo y preparar comidas completas, o simplemente cocinar la carne, las verduras y la ensalada a gran escala y preparar la comida según sus necesidades».
Además, es un «gran ahorro de tiempo» que, literalmente, elimina las opciones de comprar comida para llevar a la mesa.
Las comidas preparadas favoritas de Victoria son avena con proteínas de un día para otro, que son deliciosas y pueden durar una semana en la nevera.
«Me encanta todo lo que lleve carne picada para tacos», añade. «Estoy obsesionada con la carne picada de pollo, ternera o pavo, añado un poco de arroz y ensalada, o incluyo la carne picada con verduras».
«Es muy sencillo, fácil y delicioso. También me encantan las bolsas de tortillas con ensalada y carne picada».
La madre también empezó a caminar todos los días con sus hijos y luego se inscribió en un gimnasio, pero al principio solo hacía ejercicio a las 11 de la noche porque se sentía avergonzada de su tamaño.
Pero a medida que fue cogiendo confianza, Victoria empezó a asistir a clases de fitness y a trabajar con un entrenador personal que le ayudó a ganar fuerza.
Y añadió: «La preparación previa de las comidas también nos ha ahorrado mucho dinero».
«Cuesta entre 50 y 75 dólares [AUD] dependiendo de lo que elija en mi menú».
Dice que su vida ha dado un «giro completo». Ya no le da vergüenza salir de casa y le encanta ir de compras.
«He vuelto a vivir mi mejor vida», dice.
«Perder peso me ha devuelto la confianza en mí misma. Me encanta ir al gimnasio, me encanta levantar pesas y sentirme fuerte».
Siga a Victoria en Instagram @tor.gets.fit.
Aquí presentamos las dietas de Victoria antes y después de su increíble cambio:
ANTES DE LA DIETA
Desayuno: Solo café
Refrigerio de media mañana: Barrita de cereales, paquete de papas fritas o chocolate
Almuerzo: Envoltura de pollo, queso y bacon, con un refresco
Merienda: Más chocolate y gaseosa.
Cena: Generalmente comida para llevar, o algo cocinado en casa pero una porción enorme.
Postre: Un bloque de chocolate
DESPUÉS DE LA DIETA
Desayuno: Avena con proteínas de un día para otro, con fresas.
Refrigerio de media mañana: Chips de verdura o fruta
Almuerzo: Taco de pollo picado, arroz y ensalada
Refrigerio de la tarde: Batido de proteínas: leche de almendras, plátano congelado, proteína en polvo y hielo.
Cena: Bolsitas de tortilla con ternera y ensalada.
Postre (si lo hay): Chocolate de tamaño medio, fruta y una bebida helada de chocolate.
Con información del personal de Epoch Times.
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