Una mujer del condado de Hunt, Texas, dice que tuvo «mucho que agradecer» en el 2020, aunque fue un año con tantas dificultades para muchos.
Para Anna Taylor, este fue el año en que pudo conocer a sus padres biológicos, más de seis décadas después de haber sido dada en adopción.
Y desde entonces encontró una nueva familia que la ha acogido con los brazos abiertos. Esto es algo que nunca tuvo mientras crecía.
A pesar de los desafíos que representa la pandemia mundial, Anna pudo conocer a sus padres biológicos a finales del año pasado y comenzó un viaje para forjar relaciones con ellos.
Anna, de 62 años, dice que reunirse con sus padres biológicos ha sido «una maravillosa montaña rusa emocional».
«Los milagros suceden», dijo a The Epoch Times. «Nunca en mis sueños más salvajes hubiera pasado esto, pero pasó. Y estoy muy agradecida de que haya sucedido».
En 2019, los hijos de Anna le regalaron un kit de pruebas de ADN de 23andMe en Navidad.
Anna se hizo la prueba, emocionada por saber si realmente era italiana, como suponía su familia. Sin embargo, nunca esperó que la prueba la llevara a identificar a su madre biológica.
«La búsqueda la hicimos Ashley y yo, aparentemente no sabíamos lo que estábamos haciendo», dijo Anna a KHOU11 el 26 de noviembre de 2020.
Pronto, Search Angels ADN ayudó a Anna y Ashley a identificar a la madre biológica de Anna, Ada.
Al principio, Anna dijo que no tenía el «valor» de enviarle un mensaje a su madre, así que Ashley decidió hacerlo por ella.
«Creo que estaba muy, muy nerviosa, sobre todo por el rechazo», dijo Ashley.
Pero con el tiempo, Anna se armó de valor y llamó a su madre. Las cosas tomaron impulso desde entonces, y a finales de octubre de 2020, Ada, de 85 años, voló desde Connecticut para conocer a su hija biológica. Se reunieron en medio de lágrimas en el aeropuerto de Dallas-Fort Worth.
«Las palabras no pueden expresar cómo me sentí de conocerla después de 62 años», dijo Anna a The Epoch Times. «Fue, aparte de tener mis nietos, mis hijos, lo mejor que me ha pasado en la vida».
«Creo que [Ada] ha estado esperando eso por mucho tiempo», dijo Ashley a KHOU11.
«Creo que ella mantuvo todo esto reservado durante 62 años», añadió Anna. «Nunca se lo dijo a nadie más que a su marido. Nadie sabía de mí».
Después de su reunión, Ada compartió quién es el padre de Anna: Se llama Nicholas, tiene 87 años y vive en Nueva Orleans.
Ahora él vive en un hogar de ancianos VA, y Anna pudo conocerlo en persona por primera vez, mientras mantenía un requisito de distancia social de 6 pies (aprox. 2 metros), debido a las preocupaciones por el virus. Nicholas tiene buena salud, a pesar de haber sufrido un derrame cerebral.
«Es un joven de 87 años», explicó Anna. «Tuvo un pequeño derrame cerebral que paralizó la parte izquierda de su cuerpo. Por eso está en un asilo de ancianos».
Desde entonces, Anna se ha mantenido en contacto con ambos padres y su nueva familia extendida. Viendo hacia el futuro, hay mucho que esperar.
«Todas las partes emocionales difíciles ya terminaron», compartió. «Ahora todo se trata de construir recuerdos».
Para Navidad, Anna tenía planeado realizar un viaje a Connecticut para visitar a su madre, pero debido a la pandemia, tuvo que cancelar sus planes, lo cual, según ella, fue «un poco decepcionante».
Pero logró viajar a Louisiana, donde vive su padre, y pudo visitarlo a él, a su hermana, primos, sobrinos y sobrinas.
Anna solo pudo compartir 45 minutos con su padre en la casa donde vive debido a las preocupaciones por el virus. Pero dijo que durante ese tiempo, él parecía ser «divertido» y «un pequeño personaje cariñoso».
Añadió que su familia creció a un ritmo aparentemente exponencial el año pasado.
«Ha sido una locura», dijo Anna. «Un montón de gente ha entrado en mi vida en los últimos ocho meses».
Para Anna, que no tuvo mucha familia mientras crecía, la experiencia ha sido increíble. Dice que está agradecida de ser bienvenida en una familia tan cariñosa. «Porque uno escucha todas estas historias de terror sobre buscar a su familia y no quieren tener nada que ver con uno».
«Ha sido un viaje muy emotivo y maravilloso», añadió Anna. «Ahora tengo una madre y un padre».
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