Sarah recuerda que desde que tiene memoria, le encanta la moda vintage. Así que decidió que para honrar ese gusto, confeccionaría todo su guardarropa con atuendos de los años 40.
Sarah Goodlad de 45 años, es residente de Leicestershire, en Inglaterra, Reino Unido. Como todo gusto del que no siempre se sabe de donde proviene, a la inglesa le surgió una fascinación por la moda antigua, desde que era muy pequeña.
«Siempre me ha gustado la historia y la moda vintage desde que tengo uso de razón, especialmente la época de la guerra», dijo Goodland, según Metro.
La inglesa encuentra la ropa de los años 40 mucho más refinada en comparación a la moderna y diez años atrás se aventuró a vestirse en su día a día como las mujeres de aquella época. Y se apoyó en su creatividad para confeccionar ella misma la ropa que tanto adora.
Pero los estándares de calidad de la inglesa son altos, y para encontrar las telas más adecuadas tiene que viajar y buscarlas en Estados Unidos. Además, sabe que en el mercado británico tendría que pagar cinco veces más por los materiales que necesita para trabajar en sus diseños.
La tela más cara que la mujer compró, es un estampado tropical hawaiano de los años 30, por la que pagó más de 300 dólares, por siete metros. Debido a lo peculiar de la tela, la ha guardado dos años y medio, esperando la inspiración para crear el atuendo perfecto, de acuerdo a Daily Mail.
A lo largo de la última década, Goodlad ha confeccionado más de 300 piezas, y ha invertido más de 7 mil dólares. Cada una pasa por un proceso creativo donde el primer paso es ser visualizada en la mente creativa de la inglesa, y luego viene la búsqueda de la tela adecuada. Después sigue encontrar el patrón correcto, para finalizar con la creación de la prenda misma.
«Todo el mundo me habla a donde quiera que vayamos y me hace cumplidos encantadores, pero a menudo sigue siendo una sorpresa para mí, porque este es el atuendo que llevo todos los días», dijo Goodland.
James, de 50 años, el esposo de Goodland y su socio en un negocio de combustibles sólidos, la apoya completamente, pero él prefiere vestir al estilo contemporáneo.
El confinamiento durante la pandemia mundial fue especialmente duro para Goodland, que luchó contra la ansiedad que le provocó el aislamiento social. Para salir de ese estado, solo encontró una salida… compartir sus magníficos atuendos vintage en redes sociales.
Fue un éxito, algo que no esperaba para nada la inglesa. Durante ese 2020, la jovial mujer entró a un reto donde tenía que confeccionar un vestido al mes, al final logró crear 23, su año más ocupado, publicó en Instagram.
«No tenía ni idea de que fuera a crecer tanto como lo hizo, pero me encanta que la gente se interese tanto por lo que hago», dijo Goodland a Daily Mail.
«Intento responder al mayor número posible de seguidores en mis comentarios porque es muy bonito que la gente dedique tiempo a compartir su positividad», agregó.
Aunque admira la década de los 40 por su «sentido de comunidad» y tenacidad, Goodland está convencida que no renunciaría a vivir en esta época.
«Cada día es un día de escuela cuando se trata de coser y sigo aprendiendo cosas nuevas todo el tiempo. Es donde mi mente va a un lugar feliz, y realmente creo que es una cosa increíble en este mundo loco que me mantiene sana», reflexionó.
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