Ingrid Stanway vivía en una casa alquilada con su madre cuando se le ocurrió una idea brillante. En ese momento, soltera, con 41 años y agobiada por las deudas de la hipoteca, decidió buscar su libertad y construir una casa diminuta para tener un futuro libre de deudas.
Inspirada por los videos de construcción con pocos recursos, el gran sueño de Ingrid compensó su falta de experiencia en carpintería. Desde 2016, compró una casa rodante en una parcela de 5 acres en Australia Occidental, denominando a su nuevo proyecto «Tiny Tootz». Así comenzó su labor de amor de dos años.
«Estoy muy agradecida por lo que la construcción de mi pequeña casa ha hecho por mí», escribió en Facebook.
«Me volví económicamente más independiente. Soy dueña de mi propia casa. Ya no tengo una gran hipoteca ni altas facturas de servicios públicos. Mi espacio es pequeño y mi consumo se ha reducido drásticamente».
«Hace seis años, estaba agobiada por las deudas de mi hipoteca, obligada a trabajar en las minas para pagar una casa que en realidad no quería», dice Ingrid, en la publicación de su historia en Tiny House Talk, un blog que comparte historias e ideas inspiradoras sobre opciones de vivienda asequible.
Después de decidir construir su propia casa pequeña, dijo, pidió prestadas algunas herramientas, vio un montón de videos de construcción con poco presupuesto en YouTube y leyó libros que le sirvieron de inspiración.
Al final se duplicó su tiempo y su presupuesto, pero dice que esto último se debe a su gusto por los «pequeños lujos».
La casa sobre ruedas Tiny Tootz se construyó sobre una estructura de madera con un entresuelo para la zona de descanso de Ingrid.
En la planta baja, construyó una cocina totalmente equipada, que incluye un lavaplatos y un microondas, un cuarto de baño con una ducha de tamaño completo, una escalera con almacenamiento integrado y una zona para sentarse junto a una gran ventana.
Para darle utilidad a todos los rincones, Ingrid instaló un botellero debajo de la escalera, una caja de papas debajo de la lavadora y construyó cajones profundos extra de doble capa para los cubiertos, los artículos de papelería y otros artículos.
Luego, Ingrid imprimió un poco de personalidad a Tiny Tootz con un tema de vaqueras y ecuestres en la decoración.
«Con solo mis dos manos, dos mesas de caballete de plástico y una escalera muy buena, ¡me mudé!». escribió Ingrid.
Dijo que fue, y sigue siendo, la «mejor decisión» que ha tomado.
«La confianza en mis capacidades para alcanzar mis sueños es inquebrantable gracias a esto», escribió.
Con el paso del tiempo, Ingrid amplió su propiedad.
Construyó una cubierta con el chasis de una antigua casa rodante y añadió asientos adicionales. Recientemente, construyó un camino de ladrillos rojos que lleva a la puerta principal.
Aunque reconoce que existen un par de inconvenientes —como la exposición a las inclemencias del tiempo y tener que limpiar el exterior de la casa «como si fuera un auto»-, Ingrid no cambiaría la vida en una casa pequeña por nada del mundo.
«Sigo haciendo cambios [y] mejoras a medida que voy avanzando (…) pero, a pesar de eso, no hay un solo día en el que no me sienta extremadamente orgullosa y agradecida por mi precioso trocito de hogar», afirma.
Ingrid publica los detalles de su vida diaria como propietaria de una pequeña casa en Facebook e Instagram. Incluso escribió un libro, titulado «Tiny House That Built Me» (La casa pequeña que me construyó), en el que registró el proceso de construcción de su casa sobre ruedas.
«Esta es mi historia personal del camino y las luchas que pasé para construir mi casa sola, así como los pasos de la construcción y luego las realidades de vivir en una pequeña casa», escribió.
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