Una madre de Ohio, sola con tres hijos en medio de un divorcio, tuvo que renunciar a la mayoría de sus comidas para alimentar a sus hijos.
Incluso fue rechazada por el banco de alimentos local, una dificultad que la inspiró a iniciar su propia tienda de alimentos gratuitos, 16 años después.
A finales de 2020, la madre Nicole Adkins fundó With God’s Grace en un edificio abandonado en Northridge, Ohio. La tienda y el negocio de la despensa móvil ofrecen alimentos de alivio para los integrantes de la comunidad que lo necesitan, sin discriminación.
También ofrecen formación laboral y cuidado de niños.
El esfuerzo de Adkins comenzó en 2015, cuando ella y sus hijos consiguieron una mejor posición; una iglesia local necesitaba ayuda para el Día de Acción de Gracias, y Nicole usó sus cupones para proporcionar alimentos para la celebración, y para la Navidad siguiente.
«Cuando un niño pasa hambre, sé lo que se siente», dijo la madre de tres hijos a WHIO-TV. «No quiero que ningún niño o ser humano de nuestra comunidad se quede sin comida».
Recordó su momento más difícil en 1999, cuando le embargaron el vehículo familiar en medio del divorcio: «Estuve ocho meses consumiendo una comida cada tres días». El banco de alimentos de su localidad tampoco la ayudaba, porque según ellos tenía un vehículo nuevo.
La voluntaria de With God’s Grace, Betty Harmon, ha sido testigo de cuan lejos ha llegado Adkins y de su trabajo por los demás. Con el deseo de recompensarla, Harmon y sus colegas la nominaron para el premio Héroes de Jeff, dirigido por la empresa familiar local Jeff Schmitt Auto Group.
Adkins fue elegida como primera ganadora entre todos los nominados. El presidente del grupo, Jay Schmitt, llevó a la tienda un cheque de gran tamaño por valor de 10,000 dólares y una invitación para elegir un auto nuevo.
Adkins apenas lo podía creer.
«Todavía estoy en estado de shock (…) No me considero una heroína, solo sigo a mi corazón», publicó más tarde sobre aquel momento en Facebook. El nuevo auto, explicó, «se usará para conducir a lugares remotos y recoger donaciones».
Adkins no esperaba que With God’s Grace creciera hasta llegar a tantas personas. Dijo que se sintió conmovida cuando un cliente de 74 años le dijo que «viviría hasta los 150 años» gracias a la comida asequible y saludable que le proporcionaba.
Ahora, With God’s Grace está organizando un huerto comunitario que ofrecerá alimentos frescos para reducir la inseguridad de alimentos de los habitantes de la zona. Los voluntarios ya cuentan con ocho camas elevadas en un terreno proporcionado por la iglesia de Vandalia, y han plantado tomates, calabazas, chiles y brócoli.
«Los alimentos que recibimos actualmente se van de los estantes tan rápido como los conseguimos», dijo Nicole. «El año que viene queremos cultivar bajo la tierra, y no solo en las camas elevadas (…) para que la comunidad pueda plantar su propio huerto y llevarse su comida a casa».
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