Una joven que padece alopecia pudo desprenderse de todo sentimiento de frustración y tristeza, luego de tomar una drástica decisión que le demostró que la belleza es más que estereotipos y miedo al qué dirán.
Sarah Broadhead, que es higienista dental, de Alberta, Canadá, fue diagnosticada con alopesia areata a los 6 años, pero no le afectaba perder su cabello en ese momento, según Love What Matters.
«Era una niña feliz y mi cabello significaba muy poco para mí», dijo la joven.
Sin embargo, cuando cumplió 18 años, la enfermedad también avanzó y una gran parte de su cabello cayó. Entonces, su vida se desplomó.
Después de un intensó tratamiento con una dermatóloga el cabello comenzó a crecer otra vez y eso tranquilizó a Broadhead.
Pero a finales de 2019, su enfermedad avanzó drásticamente y perdió mucho cabello, dejando calva la mitad de su cabeza.
“Realmente me estaba ahogando bajo esta enfermedad, buscando un descanso para recuperar el aliento. Pero eso nunca llegó”, manifestó la joven.
“Recuerdo la mayoría de esas noches que lloré histéricamente hasta quedarme dormida”, recordó Broashead.
Broashead puso toda su energía en la búsqueda de una cura mágica y probó muchos tratamientos, pero nada funcionó.
La personalidad de la joven cambió y su animo disminuyó, y “la persona que solía ser ya no estaba”.
Broashead compartió en su Facebook, en 2020, el difícil momento que enfrentó con la enfermedad autoinmune y cómo se apoderó de toda su vida: «Empecé a sufrir de depresión y ansiedad».
La angustia hizo que la joven perdiera las ganas de vivir y dejó de hacer todo lo que más le gustaba como jugar voleibol, ir al gimnasio, encontrarse con sus amigas, hasta ver a su novio.
En el trabajo solo pensaba en regresar a casa para poder acostarse y llorar. No podía mirarse al espejo.
«Finalmente, después de 9 meses de sufrimiento y de sentir que me estaba ahogando debajo de esta enfermedad, decidí a afeitarme la cabeza. No dejaré que la alopecia controle mi vida», compartió Broashead. «No necesito pelo para ser hermosa. Mi vida es hermosa y soy hermosa con o sin cabello», agregó.
La valiente decisión hizo que Broashead sintiera «una enorme sensación de liberación» mientras se afeitaba la cabeza. «Era como si cada vez que pasaba la maquina de afeitar por mi cabello, el estrés se fuera con él», le dijo a a Love What Matters.
Con el transcurso del tiempo, Broashead recuperó la autoestima y descubrió que la belleza no proviene de cómo luce por fuera, sino en cómo se siente por dentro, logrando mirarse al espejo sin sentir lástima por ella.
“Sé que la belleza de alguien no se define por su apariencia exterior. Descubrí que poco a poco comenzaba a gustarme no tener cabello. […] Empecé a vivir mi vida de nuevo. Había encontrado esta nueva confianza que nunca antes había tenido”, dijo la esperanzada joven.
En abril de 2020, Broadhead compartió en su Facebook estar muy agradecida con su novio Andro Deenen, quien fue incondicional con ella en este proceso de recuperación emocional.
«Gracias por todas esas noches que te quedaste despierto para consolarme mientras lloraba, siempre estando allí cuando te necesito, y teniendo el corazón más desinteresado que conocí», escribió.
Actualmente, Broadhead mantiene su cabeza rapada y no inició ningún tipo de tratamiento contra la alopecia. Ella aprendió que no importa cómo luzca, debe quererse tal cual es.
«Realmente espero que esta historia pueda inspirar a otra persona que también puede estar sufriendo en silencio. Espero poder darte la fuerza para recuperar tu vida y empezar a sentir […] amor propio», concluyó la joven en un posteo en Facebook.
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