Una mujer con un quiste de 40 centímetros (15.7 pulgadas) en el estómago dejó a la gente pensando que estaba embarazada y ahora se siente como «una nueva persona» después de que le drenaran 16 litros (aprox. 4.2 galones) de líquido del estómago.
Siobhan Foster, de 26 años y natural de Nottingham en Nottinghamshire, Inglaterra, empezó a sufrir un dolor abdominal «insoportable» mientras trabajaba como auxiliar de puericultura y acudió a una consulta de urgencia para investigar su causa en marzo de 2022.
Los médicos sospecharon que su dolencia podía estar relacionada con un quiste ovárico y, al mes siguiente, un escáner confirmó lo mismo.
«Descubrí que era muy grande, de 40 centímetros», dijo la Sra. Foster.
En abril de 2023 le hicieron análisis de sangre y una resonancia magnética para comprobar si el quiste era canceroso. Poco después, los resultados revelaron que era benigno y la pusieron en lista de espera para extirparlo.
Durante los 11 meses siguientes, la Sra. Foster luchó tanto que tuvo que dejar su trabajo como pediatra.
«Era un gran bulto dentro de mí», dice. «Era insoportable». Debido al tamaño del quiste, la Sra. Foster tenía dificultades para respirar y comer.
Durante ese tiempo, el quiste creció hasta pesar 2 ½ piedras (15.8 kilogramos) —el mismo peso que un niño pequeño— e hizo que la gente pensara que estaba embarazada.
Además, se sentía muy acomplejada por su aspecto: había días en que no quería salir de casa.
El 7 de junio de 2023, la Sra. Foster pudo someterse en el Hospital de la ciudad de Nottingham en Nottinghamshire a una intervención quirúrgica de 4 horas y media que le cambió la vida y le ayudó a drenar 16 litros de líquido.
Durante la operación, los médicos también descubrieron que su quiste era de ligamentos y no de ovarios, como pensaban en un principio.
«El quiste se estaba introduciendo en un lugar peligroso: el riñón», explicó la Sra. Foster. Tras pasar la noche en el hospital, pudo volver a casa para recuperarse.
«Es como irse a dormir y despertarse con 19 kilos menos», dijo.
Aunque la operación le dejó el estómago sensible, pudo volver a caminar en tres semanas.
Antes, la Sra. Foster usaba una talla 24, pero después de la operación es una talla 18.
«Me siento más segura de mí misma», dice. «Llevo crop tops y vestidos».
La Sra. Foster se ha sentido como «una persona nueva en un cuerpo nuevo». Ahora se dice a sí misma que se ve «increíble».
Con la colaboración del personal de The Epoch Times.
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