La modelo Omotolà Ekundayo dice que la «imperfección» de su sonrisa le impidió continuar su carrera en la moda durante mucho tiempo.
Aunque a la joven nigeriana le falta su diente frontal derecho, dice que nunca se ha sentido más segura de sí misma en toda su vida como ahora.
Omotolà no deja que su apariencia, o las reacciones de otras personas, la detengan y espera que tanto su sonrisa distintiva como su historia personal inspiren a otros.
La modelo de 21 años, nacida en Kaduna y residente en Lagos (Nigeria), contó a The Epoch Times que su diente frontal tenía una dolorosa caries y que finalmente tuvo que ser extraído. Después de extraérselo, la gente empezó a reaccionar de forma diferente.
«Cuando la gente me ve por primera vez parece sorprendida», compartió. «Al principio me sentí muy mal».
Sin embargo, desde entonces lo ha aceptado y «ha seguido adelante».
«Aprendí a aceptar el hecho de que es su pérdida, no la mía», dice de cualquiera que la trate diferente por su apariencia.
En 2018, Omotolà decidió aventurarse en el mundo del modelaje, una carrera que siempre había querido seguir pero que había evitado por miedo.
«No tenía toda la confianza y demás», dice. «Pero gracias a la ayuda de amigos positivos que me rodean, me miraba en el espejo y me decía a mí misma que soy hermosa, y que tengo la sonrisa más hermosa del mundo, y la gente ha aprendido a aceptarlo por la forma en que me comporto».
Dice que esperaba que su carrera la llevara a convertirse en una modelo conocida y que sirviera de ejemplo para que otros la admiraran.
Sin embargo, Omotolà no quiso esperar a que el mundo la encontrara, sino que ella se acercó al mundo en Instagram, donde sonríe orgullosa en un posteo donde compartió la historia de su vida.
«Me preocupaba lo que la gente pensaría cuando me viera (…) Nunca sonreí ni me reí por eso», dijo el 17 de septiembre de 2018. «Me molestaban, me insultaban, mis compañeros se burlaban de mí (…) sentía que no podía encajar. Pero me di cuenta que hay una razón por la que soy así y le agradezco a Dios por cómo soy».
Su posteo de Instagram concluye:
«ESTA ES MI PROPIA SINGULARIDAD, NO SIEMPRE SE TIENE QUE SER EL MISMO QUE LOS DEMÁS, SER DIFERENTE ES BUENO.Rezo para que mi historia inspire a la gente como yo, para que vivan su sueño al máximo ???».
En lugar de críticas, los seguidores enviaron a Omotolà palabras de admiración por compartir su hermosa sonrisa. Su posteo inspiró a miles de personas, que pronto acumularon más de 4400 me gusta y 300 comentarios.
Los seguidores elogiaron su confianza y la felicitaron por su brillante sonrisa, tan «imperfecta» como puede ser.
«Desearía tener una onza de su confianza, Reina», escribió un usuario.
La respuesta fue mayor de lo que Omotolà podría haber esperado.
«Estaba muy contenta de haber inspirado a mucha gente», dijo a The Epoch Times. «Esto hizo que la gente que tenía menos confianza fuera más consciente de la belleza que llevan dentro y nunca había sido más feliz en mi vida».
Ahora, el exgerente de restaurante es una modelo de alta costura en Lagos. Para Omotolà, es un sueño hecho realidad.
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