La vida y dignidad de las personas llega a depender en muchos casos de una oportunidad laboral. Esa era la situación para un joven que pedía trabajo en un semáforo de Brasil, y recibió esa oportunidad de la manera más inesperada.
Pedro Gomes Leite, de 34 años, nació en Rondônia, Brasil, y fue entregado por sus padres a los 4 años con un profesor que se encargó de educarlo. Más tarde regresó con su familia, pero luego decidió «vivir por su cuenta», publicó en Instagram Raiza Selhorst, una joven psicóloga que conoció a Gomes.
El joven vivió en São Paulo y Sarandi, y llegó a trabajar como jardinero, camarero y ayudante general, hasta que se quedó sin trabajo en Maringá, donde vive actualmente.
Armado de valor, el joven decidió escribir en un cartel «Necesito un trabajo», y mostrarlo en un semáforo de Maringá.
Raiza Selhorst, de 31 años, vio una foto del joven en un grupo de profesionales de Recursos Humanos, en el que fue compartida.
«Cuando vi la foto en el grupo, me interesé en conocer la historia y lo llamé para validar la información. Cuando llamé, Pedro estaba en un semáforo y pidió 10 minutos para ir a un lugar con internet. Hice una videollamada, me contó su historia», dijo Selhorst en entrevista al medio local CBN.
Aunque en ese momento Selhorst no tenía vacantes en la empresa en la que trabaja, lo que le interesaba era conocer al joven del semáforo y confirmar si podía confiar en él, cuando se abriera una oportunidad. La entrevista fue más sencilla cuando ambos supieron que habían nacido en la misma ciudad.
«Escuché cada paso de su travesía con la boca abierta. Porque yo nunca tendría el valor que él tuvo para afrontar todo con alegría en la cara», publicó la joven en Instagram.
Esa misma semana se abrió una vacante en la empresa donde trabaja Selhorst, como gerente de Recursos Humanos. La psicóloga llamó inmediatamente a Gomes, para que pudiera ser parte del proceso de selección, de acuerdo a CBN.
A Selhorst solo le preocupaba que el trabajo resultara muy pesado para Gomes, ya que el joven padece una escoliosis leve. Debido a esto, el joven no había pasado entrevistas laborales en repetidas ocasiones. Aún así, él estaba dispuesto a ganarse la vacante.
«En la primera puerta que pasamos estaba seguro de que era la persona adecuada en el lugar correcto, que haría todo lo posible para aprovechar la oportunidad», dijo Selhorst.
Al final del recorrido, Gomes recibió la mejor noticia luego de muchos meses. «¡Hoy ya no volverás con el cartel!», le dijo la emocionada Selhorst.
Gomes fue contratado el 18 de marzo, y la psicóloga recuerda lo que pudo ver a través de sus ojos.
«Fue el brillo de sus ojos y la gratitud que tiene hasta el día de hoy. Es una persona muy humilde, súper agradecida, dispuesta, colaboradora, y esperamos que pase un largo viaje con nosotros», dijo la joven.
«Es entonces cuando vemos que, de hecho, el trabajo dignifica al hombre, porque [a través de este trabajo] hoy tiene un plan de salud, puede vivir en un lugar mejor, pagar sus cuentas y ya no pasar por el tipo de humillación que dijo que pasó en el semáforo», agregó.
Selhorst afirma que todo el crédito para obtener el trabajo es mérito de Gomes. También asegura que no lo contrató por lástima, y cumplió con los requisitos del trabajo.
«Pero una cosa que marcó mucha diferencia fue el comportamiento, porque enseñamos la parte técnica, pero el carácter, que la persona sea honesta, comprometida, entregada, no lo encontramos en nadie y muchas veces no podemos enseñar. Y todo eso lo encontramos en él», reflexionó Selhorst.
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