Una anciana inglesa de 105 años vive en la casa en la que nació y dice que no tiene planes de mudarse.
Elsie Allcock nació en la casa adosada de dos dormitorios de Barker Street, Huthwaite, Nottinghamshire, en 1918, al final de la Primera Guerra Mundial.
Según la BBC, tras el fallecimiento de sus padres, ella y su difunto marido, Bill Allcock, compraron la casa por 250 libras (320 dólares) en 1957.
En aquella época no tenían electricidad y solo había una luz de gas en la habitación delantera.
Mientras vivió en la casa, la Sra. Allcock ha sido testigo de algunos momentos importantes de la historia, como la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y tres coronaciones.
Actualmente vive allí con su hijo Raymond Allcock, de 76 años.
Raymond Allcock, padre de cuatro hijos y divorciado, se mudó con su madre hace 30 años, cuando su padre enfermó y falleció a los 78 años.
«Me mudé para cuidarla, pero ella cuida de mí», dijo el Sr. Raymond Allcock. «Es muy independiente. Ella dice: ‘No sé a qué viene tanto alboroto'».
Hasta el año pasado, la Sra. Allcock, que tiene dos hijos, seis nietos y más de 30 bisnietos, tejía a todas horas. Sin embargo, últimamente ha tenido que dejar de hacerlo porque tiene artritis en las manos.
Según la Sra. Allcock, el secreto de su longevidad ha sido no quedarse de brazos cruzados. Su hijo dice que tiene problemas en los pies, el hombro y los oídos, pero que, aparte de eso, está perfecta.
Fue campeona de dominó y tiene muchos premios en casa. Admite que también le gusta la sopa de letras.
La pareja madre-hijo hace 25 rompecabezas al año y disfruta cuidando las plantas de maceta en el jardín. El Sr. Raymond Allcock, que se jubiló de albañil, empieza el día a las 5 de la mañana dándole a su anciana madre una taza de té antes de salir a pescar.
La Sra. Allcock, que era la menor de los cinco hijos de su familia, solo tenía 14 años cuando su madre falleció de neumonía. Por eso no consiguió trabajo, ya que tuvo que cuidar en casa a su padre, de unos 70 años. Sin embargo, limpiaba las casas de sus vecinos para ganarse dinero.
Recuerda una época en la que la calle principal tenía 30 tiendas y 11 bares, pero ahora solo tiene dos tiendas y dos bares.
«Antes teníamos una sala de billar y un centro de bienestar para mineros, pero lo derribaron y construyeron casas encima», explica la Sra. Allcock. «Lo derribaron todo y construyeron casas encima».
El 28 de junio, la familia de la Sra. Allcock celebró su 105 cumpleaños con una fiesta y 50 invitados.
«Nuestra familia la trata como a una reina», dijo el Sr. Raymond Allcock.
Dijo que si su madre tuviera un mensaje para los jóvenes sería: «No se queden sentados y vayan a trabajar».
Su historia se ha hecho viral en las redes sociales y esto la ha dejado sorprendida, ya que no cree haber hecho nada especialmente importante.
Con la colaboración del personal de Epoch Inspired.
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