Una madre de tres hijos de Inglaterra a la que le dijeron que era demasiado grande para subirse a un tobogán acuático mientras estaba de vacaciones ha perdido más de 112 libras.
Sian Doulton, de Sandbach, Cheshire, pesaba 269 libras antes de iniciar su viaje de pérdida de peso.
Su dieta consistía en tres tostadas con mantequilla para desayunar; una comida preparada, normalmente macarrones con queso, con una barrita de chocolate para almorzar; tentempiés que incluían una barrita de chocolate, patatas fritas y dulces; y Pepsi para beber. Para cenar, optaba por una pizza grande de tres quesos en sartén hondo.
La Sra. Doulton estaba celebrando su 30 cumpleaños en Tenerife con su marido Graham Doulton, de 41 años, en un complejo turístico con todo incluido.
Aquí visitó un restaurante y comió de tres a cuatro platos. Sin embargo, mientras paseaba por el complejo sintió que le rozaban las piernas y era un «desastre caliente y sudoroso».
«Una mañana, fui a subir a un tobogán acuático y el socorrista me dijo que era demasiado grande», relató. «Estaba muy avergonzada, no me lo podía creer; era tan vergonzoso».
Después de que le dijeron esto, la Sra. Doulton se marchó sintiéndose muy avergonzada, sabiendo que tenía que hacer un cambio.
Cuando regresó al Reino Unido, se apuntó a la dieta 1:1 de Cambridge Weight Plan.
Reduciendo el azúcar, los carbohidratos y las grasas y cambiando sus comidas por opciones más sanas, pasó de la talla 22 a la 10 en ocho meses.
«Pensé que iba a ser mucho más difícil, he intentado perder peso antes, pero nunca me ha funcionado», dijo. «Con la estructura de la dieta, fue tan fácil y liberador».
«Durante las primeras 12 semanas, perdí 4 piedras, no hice ningún ejercicio, sólo fueron los sustitutos de las comidas», dijo.
Sin embargo, después de las primeras 23 semanas, empezó a aumentar sus pasos.
Desde que perdió peso, la Sra. Doulton ha tenido que comprarse ropa completamente nueva y dice que ahora se siente como una mujer totalmente nueva.
«No sé cómo explicarlo. No me siento yo, es casi como si tuviera el síndrome del impostor», dijo.
Después de haber podido deshacerse de todas esas libras de más, la Sra. Doulton dice que la gente de su entorno la percibe de forma muy diferente.
«Fui a una conferencia con el trabajo y estaban regalando camisetas», dijo. «Una mujer me miró y me dijo: ‘Aquí tiene una mediana, le quedará bien’. Yo le dije: ‘No, no, necesito una XL’. Pero la mediana me quedaba perfecta».
Su dieta se compone ahora de un batido de proteínas para desayunar, un plato de sopa con satsuma y yogur para comer, y pollo a la mexicana con nachos para cenar. Para beber, suele optar por zumo sin azúcar y agua.
Desde que perdió 269 libras, la Sra. Doulton pesa ahora 155 libras y dice sentirse como una mujer completamente nueva.
Con información del equipo de Epoch Times.
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