Una mujer que una vez creyó que su sueño de ser madre se había perdido para siempre es ahora una orgullosa madre de 10 niños, todos menores de 14 años. Se siente «bendecida» y dice que la espera ha merecido la pena por su gran familia numerosa y llena de amor.
Nacida y criada en Suecia, Satu Nordling González, de 38 años, es ama de casa, cuida a sus seis niñas y cuatro niños que comparte con su marido, Andrés, que trabaja en la construcción.
Andrés se trasladó de Uruguay a Suecia cuando era un niño, donde la pareja se conoció y se casó en 2008. Juntos han tenido 10 hijos: Nicole, de 14 años; Vanessa, de 13; los gemelos Danilo y Jonathan, de 12; Olivia, de 9; Kevin, de 8; Celina, de 7; Isabelle, de 4; Melanie, de 2; y Benjamín, de 1.
El camino de Satu hacia la maternidad fue duro, y alguna vez lo creyó imposible.
«Desgraciadamente, cuando decidimos formar una familia, nos costó mucho que quedara embarazada», cuenta Satu a The Epoch Times. «Me quedé embarazada pero aborté… me tuvieron que operar. Después tuve complicaciones y parecía que no iba a quedar embarazada».
Después de esto, Satu acudió a muchas citas y tratamientos, pero todo parecía ser «inútil».
Rodeada de familiares y amigos para los que parecía que quedarse embarazada era fácil, Satu se sentía «atrapada» en su propia pesadilla privada. Siempre había creído que su propósito era ser madre.
«Ese ha sido mi significado más alto y profundo, y mi sueño en la vida, ser mamá de muchos niños», dijo.
Tras dos años y medio de intentos, Satu finalmente se quedó embarazada de nuevo. Feliz y a la vez aterrorizada, sufrió durante todo el embarazo náuseas y vómitos severos conocidos como hiperémesis, pero nunca se quejó.
«Sabía lo que me esperaba al final», explica. «Entonces llegó ella, mi primogénita, e hizo que mis sueños se hicieran realidad y que toda la espera mereciera la pena».
Satu pasó los siguientes 14 años de su vida embarazada o amamantando, afirmando que se recuperó rápidamente de cada embarazo y que ahora se mantiene activa con sus hijos. Pero a medida que el amor en el hogar familiar se multiplicaba con la acogida de cada nuevo bebé, también lo hacían las múltiples tareas de la crianza.
El día de esta ajetreada madre comienza alrededor de las 6:30 de la mañana, informó The Sun, cuando Satu cambia los pañales, prepara el desayuno y ayuda a su hijo mayor a prepararse para la escuela. A continuación, comienza una gigantesca carga de ropa y tareas domésticas mientras cuida de sus hijos menores, seguida de la merienda después del colegio, la supervisión de los deberes y el juego, la cena y, finalmente, la cama.
Aunque a Satu le encanta quedarse en casa con sus hijos y se encarga de la mayor parte de las tareas, ha encontrado formas de que los niños ayuden en la casa.
«Soy exigente; necesito tener [todo] organizado a mi alrededor, y los niños tienen tareas por edades, así que todos ayudamos», dijo a The Epoch Times. «Alguien saca la basura, alguien vacía el lavavajillas después de cenar, otro pasa la aspiradora, etc.».
La ayuda y el respeto a los demás son la base de la filosofía de crianza de Satu. La cariñosa madre cree en las reuniones familiares periódicas para compartir pensamientos y hablar de las emociones y dice que «nada es imposible» para su unida familia.
«Sigo mi corazón, tratando de criarlos para que sean personas cariñosas, de buen corazón, que se preocupen por los demás y por la gente que los rodea», dice, y afirma que lo mejor de ser madre de tantos niños es «todo».
Siendo madre de 10 niños, Satu dijo: «Me siento tan bendecida por tener a estos increíbles niños en mi vida, por verlos desarrollarse y aprender nuevas habilidades, por estar sentada en primera fila para seguir sus vidas, y por todo lo que hacen y tienen por delante… tener su amor incondicional lo vale todo».
«La maternidad es lo más grande, a veces lo más duro, y lo más importante que me ha pasado nunca».
Satu, que comparte fragmentos de la vida de su familia en su página de Instagram, @mybabydolls, es consciente de que no todo el mundo siente lo mismo por las familias numerosas que ella y su marido.
«Cuando pasas del número mágico de cuatro hijos a cinco, la gente empieza a levantar las cejas», dijo, elogiando a sus hijos por defender el tamaño atípico de su familia. «Creo que nuestros hijos fueron los que verdaderamente se alegraron y recibieron de todo corazón… Creo que nuestro vínculo es fuerte en nuestra familia, lo ha sido desde el primer día».
Sin embargo, el clan González no está ni mucho menos completo; Satu reveló que está embarazada de nuevo, y que dará la bienvenida al bebé número 11 en noviembre.
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