Una madre cuya hija y marido murieron con días de diferencia se volvió a casar con un viudo que perdió a su mujer y a su hijo. Dice que su unión les ha ayudado a sanar.
Alice Palmer, de 68 años y natural de Anfield, en Liverpool, Inglaterra, cuidó durante toda su vida de su hija Beth, de 20 años, que sufría parálisis cerebral y otros problemas de salud. El mundo de Alice se puso de cabeza cuando a su marido, John, que entonces tenía 61 años, le diagnosticaron un cáncer en marzo de 2019; en ese momento, la salud de Beth también había empezado a empeorar. Alice se pasaba el día visitándolos a ambos en hospitales separados.
Alice quedó devastada cuando Beth falleció en agosto de ese año, y luego, días después, John también falleció. Desconsolada, Alice tuvo que organizar un funeral doble para Beth y John, con sus ataúdes uno al lado del otro.
Casi tres años después, Alice conoció a su segundo marido, Lee Palmer, de 58 años, en una página web de apoyo a viudas y viudos en duelo. Pintor y decorador, Lee perdió a su mujer, Michelle, que entonces tenía 59 años, en 2019, de un repentino ataque al corazón, después de haber perdido a su hijo Joe, de 17 años, en 2013, a causa de una septicemia. La relación de la pareja floreció mientras se apoyaban mutuamente a través de sus traumas; se casaron en marzo de 2022.
Alice dijo: «Nunca pensé que volvería a encontrar el amor, solo sentía una profunda tristeza y soledad como si no hubiera nadie a quien pudiera sentir cerca. … Era muy cautelosa después de lo que había pasado: miedo a perderlos y a que me volvieran a hacer daño.
«Pero los dos hemos pasado por ello; los dos tenemos dudas a veces, pero es un alivio y un consuelo volver a amar y ser amados.
«Hay que aprender a vivir con la pérdida, de lo contrario te corroe; no es fácil, pero hay que seguir adelante».
«Después de perder a Joe y Michelle, me di cuenta de que ninguno de mis amigos cercanos o familiares había perdido a nadie de esa manera, y fue duro. Cuando decidí unirme a ese grupo [de apoyo] me sentí bien al hablar con otras personas que también habían perdido a sus hijos y parejas», dijo Lee.
«Después de hablar un rato con Alice por Internet, pensé ‘me gusta esta mujer, me gusta mucho’, y quise conocerla. Nunca entré en el grupo en busca de romance, pero había algo en ella.
«Cuando nos conocimos, congeniamos. Ahora estamos casados y es agradable volver a sentirse vivo. Pasé nueve o diez meses solo, y ahora tengo a alguien a quien cuidar cuando llego a casa del trabajo».
Beth, la hija de Alice, no recibió oxígeno al nacer y, como consecuencia, sufrió parálisis cerebral tetrapléjica, escoliosis, ceguera y epilepsia; el dúo madre-hija estaba muy unido. Al primer marido de Alice le diagnosticaron cáncer de hígado tras experimentar dolor en la caja torácica en marzo de 2019.
Apenas unos meses después, en junio de 2019, el estado de Beth empeoró después de que se despertara con dolor y acabara en cuidados intensivos. El cáncer de John se consideró terminal por la misma época, y en agosto había sido trasladado a un hospicio local para vivir sus últimos días. Alice pasó semanas viajando entre la sala de cuidados intensivos de Beth y el hospicio de John para apoyar a ambos al mismo tiempo.
Alice recibió una llamada telefónica el 26 de agosto de 2019, informándole que su hija había fallecido, a la edad de 20 años. Seis días después, Alice se enteró de que John también había fallecido. Planeó un funeral conjunto para John y Beth: un ataúd rosa para Beth y uno tradicional para John, uno al lado del otro.
«Creo que tener que organizar el doble funeral fue lo peor, fue muy triste», dijo. «Luego en el funeral, caminar detrás de los dos ataúdes en la iglesia, fue devastador».
Alice estaba tan traumatizada que no pudo dormir en casa durante meses, quedándose con sus hermanas porque la casa se sentía muy vacía. Una de las formas que tuvo de sobrellevar el dolor fue unirse a un sitio web para viudos y viudas para apoyarse mutuamente en sus pérdidas.
Fue entonces cuando habló por primera vez con Lee, que entonces vivía en Colchester, Essex. Se conocieron en persona por primera vez en junio de 2020. «Me daba mucho temor volver a salir con alguien, pero no quería estar sola todo el tiempo», cuenta Alice. «Al haber perdido ambos a sus cónyuges, era cuestión de confiar el uno en el otro en que no volverían a hacerse daño. Soy una persona muy necesitada: quería que me quisieran de nuevo después de todo».
En enero de 2021, Lee se trasladó a Liverpool para vivir con Alice, y se casaron un año después. Alice dijo que llevaba un emblema de Beth en su vestido, mientras que Lee llevaba uno de Joe en la solapa. A pesar de que Beth y Joe no estuvieron allí para celebrarlo, Alice dijo que fue un «día feliz» para ambos.
«Hay que reconstruir», dijo. «Ambos vimos en ese sitio de viudas a mucha gente que pierde la esperanza de volver a ser feliz. Parece que algunos esperan a morir. Y eso es un desperdicio».
«En mi opinión, tienes que aprender a vivir con tu pérdida, de lo contrario te consume. Hay que seguir adelante».
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