Kayla, de New Hampshire, se casó con su alma gemela, el cantante de country Grayson Rogers, en agosto de 2018. Casi dos años después, le diagnosticaron cáncer de mama aunque venció la mortal enfermedad.
Sin embargo, le dijeron que nunca podría concebir. Pero Kayla puso su fe en Dios, y en mayo de 2021, ella y Grayson recibieron a su primera niña sana, Joella Mae.
«Joella significa ‘el Señor es Dios’ y ‘se hará su voluntad'», dijo Grayson a The Epoch Times por correo electrónico. «¡Era el nombre perfecto para nuestro pequeño milagro!».
Grayson recordó una serie de eventos después del diagnóstico de cáncer de Kayla en octubre de 2019 y compartió toda su historia.
«Cuando uno escucha la palabra ‘cáncer’, no parece real», dijo Grayson. «Cuando llegamos a casa de [la cita con] los médicos, realmente no sabía qué hacer o decir. No podía quedarme quieto, así que me puse a limpiar toda la casa».
Por su parte, Kayla decidió llamar a sus familiares y amigos para darles la noticia lo antes posible. «Obviamente, hubo lágrimas», dijo Grayson, «pero sabíamos en el fondo que Dios nos iba a ayudar a salir adelante».
Reuniendo sus fuerzas y poniendo su fe en Dios, Kayla siguió adelante con la quimioterapia en enero de 2020.
Durante este tiempo, la pareja recibió muchas noticias, una tras otra. Les dijeron que, debido a la quimioterapia, las posibilidades de concebir de Kalya «eran escasas o nulas».
«Kayla estaba destrozada. Toda su vida había soñado con ser madre, y sintió que sus esperanzas y sueños se habían derrumbado», dijo Greyson a The Epoch Times.
Sin embargo, la fe ocupa un lugar central en la vida de los Rogers. Por eso, cuando se enteró que sería casi imposible concebir de forma natural, empezó a proclamar públicamente que «Dios iba a hacer lo imposible, que le permitiría quedar embarazada de forma natural después del cáncer».
El Día de la Madre, en mayo de 2020, una chica de su iglesia se presentó en la puerta de la pareja. La chica le dijo a Kayla que el Señor la había enviado a ese lugar con flores proféticas para el Día de la Madre y que al año siguiente sería mamá.
Unos meses más tarde, en septiembre, Kayla empezó a sentirse mal durante unos días. Entonces, una noche, cayó en cuenta mientras veía a una actriz enumerar una lista de síntomas en un programa de televisión, y el médico del programa confirmó que la actriz estaba embarazada. Entonces Kayla decidió hacerse una prueba, y otras tres pruebas posteriores, y en el cuarto de baño de la pareja confirmaron la maravillosa noticia.
«Entonces gritó a Dios en el cuarto de baño, dándole las gracias antes de subir corriendo a decírmelo», recuerda Grayson, que admite que él quedó inmovilizado por el impacto y luego se alegró.
La bebé Joella nació en la mañana del 18 de mayo, con 2.5 kilos de peso. «Tanto la mamá como la bebé están bien», posteó Grayson, compartiendo dulces fotografías en Facebook y felicitando a su esposa por haber soportado un parto natural de seis horas.
En una entrevista con The Epoch Times, Grayson dijo que ver a Joella por primera vez le produjo un «mar de emociones». Continuó diciendo que «ver a esta hermosa y perfecta bebé en mis brazos y saber que tuve parte en su creación. Ella es absolutamente perfecta y una bendición».
Kayla ya había demostrado su fortaleza en muchas ocasiones. Como suboficial de la Marina, se presentó a un examen de cualificación mientras se recuperaba de una doble mastectomía, entre su primera y segunda ronda de quimioterapia. Ahora enfrenta su siguiente reto: la maternidad.
«Sin duda, es una adaptación, pero ¡madre mía, vale tanto la pena!», dice. «Cada vez que [Joella] me mira a los ojos, o más recientemente, sonríe cuando entro en la habitación cerca de ella, esa es literalmente la mejor sensación. No lo cambiaría por nada del mundo».
Kayla, que dirige el bufete de abogados Viles & Beckman LLC además de su función en la Marina, se tomó un permiso de maternidad prolongado para pasar tiempo con su preciosa niña y su feliz familia.
Joella está a punto de cumplir dos meses. Tanto Kayla como Grayson consideran que la llegada de su bebé milagro se debe a la voluntad de Dios, a la fe y a la oración.
«No hay que perder la esperanza», dijo Kayla. «Lo que el mundo dice que es casi imposible, es definitivamente posible teniendo a Dios en el centro».
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