Una mujer de Arizona dio la bienvenida a su tercer hijo, un niño sano que pesó 14.1 libras (aprox. 6.4 kg), después de sufrir 19 abortos espontáneos desde 2008.
Finnley Patonai, que nació por cesárea el 4 de octubre, pasó ocho días en la UCIN antes de irse a casa a conocer a sus dos hermanos. La familia de cinco miembros ahora se siente «bendecida» y completa.
Cary, de 36 años, estaba feliz de llevar a casa al bebé Finnley. «Fue muy difícil para mí [visitar la UCIN]», dijo a The Epoch Times. «Me recordaba mucho a mis 19 abortos anteriores, al salir del hospital sin un bebé».
Cary rompió aguas durante una revisión rutinaria con su médico a las 38 semanas. Después de una exitosa cesárea en el Hospital Banner Thunderbird de Glendale, Finnley ingresó a la UCIN para que le controlaran el nivel de azúcar en sangre y ayudarle a superar las dificultades respiratorias que padecía.
Con 14.1 libras de peso y 23.75 pulgadas (aprox. 60 cm) de altura, Finnley era una «pequeña celebridad» en el hospital, dijo Cary. Afirmó que ninguno de los dos ginecólogos que atendieron el parto —uno de los cuales llevaba 27 años ejerciendo— había visto nunca un bebé tan grande.
«Las enfermeras y los médicos no paraban de hablar de él y ver que era perfecto en todos los sentidos», dijo Cary.
Mientras se recuperaba de la cesárea, Cary viajaba de un lado a otro para acompañar a su bebé y gestionar su horario de alimentación junto a su comprensivo esposo, Tim, de 37 años. «Físicamente, eso me agotó y retrasó el progreso de mi curación», dijo, «pero lo hice por mi bebé; ¡él vale cada gramo de dolor, sangre y lágrimas derramadas!».
Una pequeña decepción para esta ama de casa y su esposo, técnico de piscinas, fue no poder usar la ropa de sus hijos mayores, Devlen, de 10 años, y Everett, de 2, para Finnley. Los hermanos pesaron al nacer 3.7 kg (8.2 libras) y 5 kg (11.1 libras), respectivamente. Sin embargo, con solo unas semanas de vida, Finnley ya usaba ropa de bebé para un niño de 6 a 9 meses.
Cuando Cary compartió en Facebook la noticia de la llegada a casa de su hijo «feliz, mimoso y blandito» del 6 de octubre, sus amigos y familiares elogiaron el gran tamaño del bebé. Varios bromearon diciendo que Finnley será un gran jugador de fútbol americano.
«¡Buen trabajo, mamá!», decía un comentario. «Bendito sea tu corazón, literalmente diste a luz lo que [pesaban] mis gemelos; pesaron 7 libras cada uno, ¡14 libras es un récord!».
Cary y Tim se conocieron mientras ambos trabajaban en Staples en 2004 y se enamoraron inmediatamente. Se casaron seis años después y formaron su familia.
«Había una increíble atracción entre nosotros que nunca pudo romperse, a pesar de lo que la vida nos ha dado», dijo Cary a The Epoch Times. «Hemos pasado por muchas cosas, y estamos muy contentos de seguir haciendo esto que se llama vida juntos».
«Tener a nuestros tres hijos aquí en la Tierra es una enorme bendición para ambos».
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