Una joven estadounidenses creó un santuario, en su propio hogar para toda clase de animales abandonados o maltratados y ahora vive con más de 200 criaturas.
Adri Rachelle, de Athens, Georgia, de 33 años, creó un santuario en casa luego de dedicarse por años al rescate de animales. El santuario es más que un simple pasatiempo para ella, es una verdadera vocación.
Rachelle salvó desde vacas hasta cerdos, hurones, alpacas, perros y gatos, según Daily Mail.
«Los animales que están heridos y en peligro siempre parecen cruzarse en mi camino», dijo Rachelle, según a Bored Panda.
Rachelle no solo dirige el santuario, sino que realiza las labores diarias cuidando a cada uno de los animales, nunca se va de vacaciones, pero expresó que “ama cada minuto” de lo que hace.
La joven es fan del autor JRR Tolkien y suele nombrar a sus animales como los personajes de la trilogía de El señor de los anillos.
Rachelle dijo que esta labor le da un propósito a su vida y «esa recompensa supera con creces todo el tiempo, dinero y tristeza», que le dedica el santuario de animales.
La rescatista expresó que los animales llegan al santuario aterrorizados, pero cuando ven a otros animales tranquilos y seguros, ellos cambian y se calman.
«Un perro puede estar aterrorizado de mí al principio, pero los demás aprenden de aquí que esta casa es segura y se siente reconfortada y alegre por los otros perros. Un cerdo salvaje no tiene que enfrentar su miedo a los humanos, sus necesidades sociales son completamente satisfechas por los otros cerdos», dijo Rachelle.
«Los loros pueden pasar un día entero conversando e interactuando con otros loros, lo que realmente satisface más sus necesidades naturales», señaló Rachelle.
La joven dijo que además de satisfacer sus necesidades básicas, sino que trata de darles más, que quiere sean mimados y prosperen realmente, en lugar de simplemente sobrevivir.
Rachelle dijo que su gran inspiración para tomar la decisión de dedicarse a tiempo completo al Santuario, fueron sus padres, Larry Jacobs, un especialista en recursos naturales jubilado, y Cynthia Selby, una enfermera jubilada, ambos amantes de los animales.
El santuario implica un gasto de hasta 50,000 dólares anuales para Rachelle. Los gastos de alimentos para los animales es de 1300 dólares mensuales y en veterinaria los gastos son de 10,000 dólares al año.
Aunque abrir el santuario al público le ayudaría a generar ingresos para los animales, Rachelle cree que sería estresante para ellos. Por eso, espera que sus publicaciones en redes sociales la ayuden a conseguir donaciones para poder continuar con su labor en el santuario.
En sus cuentas de redes, Rachelle comparte fotos de sucesos tiernos y divertidos de ella con los animales.
«Es mi paraíso en la Tierra … pero técnicamente es muy exigente».
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