En una época cada vez más polarizada, el concepto de matrimonio y los roles dentro de él siguen siendo objeto de intenso debate. Una simple acción cotidiana, como preparar el almuerzo para un cónyuge, puede desencadenar una avalancha de opiniones encontradas en las redes, revelando las profundas divisiones que existen en torno a las expectativas de género y las dinámicas familiares.
Este fenómeno pone de manifiesto cómo las decisiones personales sobre la vida familiar pueden convertirse en campo de batalla ideológico. Mientras algunos ven ciertas acciones como expresiones de amor y dedicación, otros las interpretan como signos de desigualdad o retroceso. Esta divergencia de opiniones refleja las tensiones existentes entre los valores tradicionales y las concepciones modernas que han roto miles de familias.
Por ejemplo, a Brie Nichols, ama de casa, prepararle la lonchera a su esposo todos los días es algo natural y le encanta.
Sin embargo, después de publicar en su página de Instagram un video en el que se la ve llenando una lonchera térmica, Nichols no podía creer la negatividad que recibió. El video, que se hizo viral, desató un acalorado debate sobre el matrimonio, la maternidad y el papel de la mujer, para desconcierto de la joven mamá.
«Recibí un montón de comentarios desagradables… gente diciendo ‘Es un bebé. Es vergonzoso para ti. ¿Por qué haces eso? ¿No puede prepararse su propia comida? Venían de hombres y mujeres», dijo la Sra. Nichols, de 30 años, a The Epoch Times.
Antigua profesional del marketing, la Sra. Nichols vive en Michigan, Indiana, donde su marido trabaja en una fábrica de acero manejando maquinaria pesada. La pareja tiene dos hijos, Miller, de 3 años, y Leila, de 1. Como su hijo tiene necesidades especiales, Nichols decidió quedarse en casa a tiempo completo y cuidar de su familia, un «trabajo» que le encanta.
«Es el trabajo más duro pero más gratificante del mundo. Estoy viviendo mi mejor vida haciendo esto», dice, y añade que su decisión de estar ahí para sus hijos y su vocación doméstica es algo que no debería tener que explicar ni justificar.
La pequeña lonchera
El marido de Nichols trabaja en turnos rotativos, lo que significa que su horario cambia constantemente. Una semana hará las mañanas, la siguiente, las tardes, y la siguiente, empezará a medianoche. Preparando comida casera nutritiva y programando su lonchera automática inalámbrica para que se caliente a la hora adecuada, Nichols asegura que su marido reciba un nutritivo «buen almuerzo caliente» durante las horas de trabajo.
«Tengo que intentar colarle verduras», explica. «No come muchas verduras; le gusta la comida casera, como a muchos de nosotros. A veces mezclo más espinacas o verduras en la salsa para engañarle, como hago con mis hijos».
A su marido le encantan las comidas calientes que mete en la lonchera isotérmica. «Es un cambio radical para él, y me lo agradece todos los días. A sus compañeros de trabajo también les encanta».
«Somos un equipo»
Para Nichols, a quien le encanta cuidar de su marido y sus hijos, el matrimonio es un equipo. La pareja se conoció cuando ella se mudó a Michigan a los 19 años, desde Chicago, su ciudad natal. Al principio, ella salía con un amigo de él y no fue hasta años más tarde cuando ambos se juntaron, casándose en octubre de 2021 durante la pandemia.
«No pudimos hacer nuestra gran boda», dijo, «así que decidimos fugarnos y casarnos en la cima de una montaña en Colorado».
Cuando Nichols continuaba con su trabajo en marketing, le resultaba más difícil preparar los almuerzos. Pero una vez que tuvo a sus pequeños y se convirtió en ama de casa, esto se convirtió en su ritual diario.
Como pareja, Nichols y su marido tienen un acuerdo en el que todos ganan y los papeles están equilibrados: ella se encarga de todo dentro de casa y él de los ingresos.
Ella dice: «Somos un equipo. Él trabaja y nos mantiene. Yo me quedo en casa. Me ocupo de la casa y ayudo a criar a nuestros hijos. Por supuesto, es un padre cuando está en casa, pero su horario es muy exigente. Estoy en casa haciéndole la comida y asegurándome de que tiene la ropa limpia, todo. Y él, por su parte, se asegura de que tengamos un buen lugar donde vivir y una buena vida. Nos ayudamos mutuamente, es un equilibrio».
Nichols, madre y esposa diligente, dice que se esfuerza por criar bien a su hijo y a su hija.
«Intento que sean buenos seres humanos, eso es lo único que me importa», afirma. «Solo quiero criar buenas personas. Creo que hay mucha gente mala en este mundo. Haré todo lo que esté en mis manos para asegurarme de que mis hijos sean buenas personas».
«Elegí hacer esto y estoy prosperando»
Aunque un gran número de usuarios de las redes sociales se burlan de su elección de estilo de vida, mucha gente defiende a la Sra. Nichols y la apoya, especialmente otras madres.
«Las madres me comprenden y simpatizan conmigo», dice. «Si eres madre, tanto si trabajas como si te quedas en casa, sabes lo duro que es ser madre. … Yo no me considero perezosa ni no trabajo. Cuando estoy en casa con mis hijos, trabajo 24 horas al día, 7 días a la semana. Si alguien se despierta, tengo que fichar».
La propia Nichols apoya de corazón a las mujeres y lo que quieran hacer con sus vidas.
«Si quieres quedarte en casa, quédate en casa; si quieres trabajar y tener una carrera, hazlo. Mi madre lo hizo. Solo depende de lo que funcione para tu familia. Creo que seríamos un equipo tanto si yo trabajara a tiempo completo como si estuviera en casa. Somos una pareja igualitaria, pase lo que pase», afirma.
«Elegí hacer esto y estoy prosperando. No afecta a nadie, que yo me quede en casa no te impide a ti tener una carrera».
Esta pareja nos recuerda que el matrimonio, cuando se basa en el amor, el respeto y la colaboración mutua, puede ser una fuente inagotable de felicidad y realización personal. Lejos de ser una institución anticuada, el matrimonio sigue siendo un pilar fundamental de la sociedad, ofreciendo un entorno ideal para el crecimiento personal, la crianza de los hijos y el apoyo emocional. En tiempos de incertidumbre, el compromiso y la dedicación que vemos en parejas como esta nos inspiran a valorar y fortalecer nuestros propios lazos matrimoniales.
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