Al empezar trabajo de parto con 13 semanas de antelación, una madre que había perdido un hijo por mortinato seis años antes temía perder también a su segundo bebé, una niña. Pero aunque la recién nacida era tan pequeña que ni siquiera la ropa de las muñecas le cabía, demostró que era una luchadora.
Ahora que su bebé tiene 5 meses, la mamá Channae Kirkwood, de Kilmarnock, Escocia, dice que su pequeña hija milagro está creciendo muy bien.
La bebé Lacey llegó al mundo con solo 28 semanas y tres días de gestación el 14 de julio, a las 7:30 de la mañana.
«Solo pesaba 1 libra y 1 onza, y era más pequeña que una muñeca», dijo Channae, de 23 años, a The Epoch Times. «Podía sostenerla en la palma de la mano, era así de pequeña. No podía creer su tamaño».
Channae, que trabaja como cuidadora, descubrió que estaba embarazada a principios de febrero, cuando su prometido, Jamie Murray, la llevó al hospital por dolores de espalda y estómago. Una muestra de orina confirmó tanto una infección como su embarazo.
«Al día siguiente nos hicieron un escáner», explicó Channae, que recuerda que Lacey parecía «una pequeña flor de tulipán» en sus primeras fotos.
Channae sufrió enfermedades en el segundo trimestre y, a las 24 semanas, ingresó en el Hospital de Maternidad Crosshouse de Kilmarnock por una hemorragia. Después de ser trasladada al Hospital Queen Elizabeth de Glasgow, pasó una semana en reposo, con cánulas, un goteo de magnesio y esteroides para ayudar al desarrollo de su bebé.
El parto prematuro hizo que trasladaran inmediatamente a Lacey a la UCIN, donde comenzó su lucha.
«Fue muy duro (…) tener que decir a nuestros familiares que tal vez no sobreviviría», recuerda Channae. «Lacey tuvo que recibir transfusiones de sangre y muchos medicamentos. Estuvo con oxígeno durante un tiempo. Fue desgarrador; pensé que iba a perder otro bebé».
Channae dice que tenía miedo incluso de tocarla por si le hacía daño.
Pero el personal de la UCIN ayudó a Channae y a Jamie a sostener a su niña, fomentando el vínculo a través del contacto piel con piel. También les enseñaron a sacar a Lacey de la incubadora, a cambiarle el pañal y a alimentarla por sonda. Lacey fue avanzando poco a poco.
Channae publicó en TikTok un video de su increíble proceso por la UCIN.
A pesar de los muchos altibajos, Lacey superó su pronóstico. «Fue nuestra pequeña luchadora», dijo Channae, que asegura que no sabe qué habrían hecho sin la intervención salvadora de las enfermeras y médicos.
La permanencia de Lacey en el hospital fue especialmente traumática para Channae, ya que había perdido a un bebé, Caleb John Stewart, que nació muerto el 10 de julio de 2015. Channae tenía 16 años en ese momento, y se enteró que estaba embarazada a las 10 semanas y cinco días.
«Unas seis semanas antes, me puse una inyección para prevenir el embarazo», recuerda. «Cuando supe que estaba embarazada, pregunté si la inyección podía causar algún problema, pero los médicos me dijeron que no».
Channae dijo que tuvo un parto prematuro a las 19 semanas y cinco días, y que le ofrecieron una píldora para reducir el ritmo cardíaco del bebé, ya que los médicos «sabían que no iba a salir adelante». Pero ella se negó, ya que una ecografía indicaba que su bebé seguía moviéndose. Continuó con el parto durante cinco días, sin estar dispuesta a rendirse.
Trágicamente, Caleb nació muerto.
Channae agradece el apoyo de su amiga Emma y de su familia para superar el dolor. Caleb habría cumplido 6 años este año, y su mamá es muy filosófica; aunque su muerte fue difícil de sobrellevar, al final siente que la hizo más fuerte y la ayudó a darse cuenta que «la vida no es un cuento de hadas y un juego».
La pequeña Lacey fue dad de alta del hospital el 8 de octubre. Sus padres, felices de regresar a casa, no veían la hora de presentarla a los familiares que no habían podido visitarla debido a las restricciones del hospital.
«Fue increíble; pudimos tocar la campana, fue la mejor sensación», recuerda Channae. «Estamos eternamente agradecidos. [El personal médico] es absolutamente increíble en su trabajo y merecen una medalla».
Channae, que tiene licencia por maternidad, y Jamie, trabajador de una fábrica de acero, dicen que Lacey, de 5 meses, está bien. Todavía le cuesta encontrar ropa lo suficientemente pequeña para ella, pero en su última cita pesó 1.5 kilos y 13 onzas.
«Es una buena bebé; le encantan los mimos, tiene una sonrisa muy bonita», dijo Channae. «Todos se sorprenden cuando la ven porque no creen que sea tan pequeña, pero es increíble».
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