Una adolescente de Nottingham, Inglaterra, se mostró más que agradecida al celebrar sus dulces 16 años, después de desafiar un 2 por ciento de probabilidad de sobrevivir a una grave enfermedad cardíaca de nacimiento.
Tia Standing, de Beeston, nació con una serie de problemas de salud que incluyen una interrupción del arco aórtico, un raro defecto cardíaco en el que la aorta no se desarrolló completamente; un defecto septal arterial (un agujero en la pared entre las dos cámaras superiores del corazón); un defecto septal ventricular (un agujero en el corazón); y un conducto arterioso persistente (una condición médica en la que el conducto arterioso no se cierra después del nacimiento).
La madre de Tia, Hannah, dijo a The Epoch Times que la familia no supo de todos estos defectos hasta que la niña tuvo tres semanas.
«Recuerdo que estaba en una completa burbuja de bebé (…) cuando nació, pero también estábamos aterrorizados como nuevos padres jóvenes que teníamos que cuidar esta pequeña vida», dijo Hannah. «Tampoco sabíamos lo que iba a suceder».
Como Tia tenía dos agujeros en el corazón y sufrió un derrame cerebral, tuvieron que operarla. Los médicos dijeron que niña tenía una escasa probabilidad de sobrevivir, solo un 2 por ciento después de la operación, y no pudieron detener la hemorragia. Esa noche, su corazón se detuvo durante 17 minutos, pero su madre dijo que, aunque estaban petrificados, todo parecía irreal.
La familia la llamaba «el soldadito de papá» y permanecieron junto a ella en el hospital durante su calvario. Sorprendentemente, la pequeña y valiente «luchadora» desafió los increíbles obstáculos que tenía en su contra.
Afortunadamente, a lo largo de los años, Tia no ha tenido muchos problemas con su corazón. Dijo a ITV news: «A veces tengo dolores en el pecho y cosas así, pero son cosas con las que hay que lidiar, pero todo está bien».
La adolescente, que es amable y cariñosa, cumplió 16 años el 4 de abril, y dijo que estaba muy «emocionada».
«Le pregunté qué quería para su decimosexto cumpleaños», dijo Hannah, «y me dijo: ‘Quiero recuerdos, mamá. No quiero un gran regalo, quiero hacer cosas y quiero recuerdos'».
«Creo que eso es una especie de reflejo del año que hemos tenido», añadió la madre de Tia. «El tiempo es precioso, y disfrutar realmente de la compañía del otro es lo importante».
Vea el video:
(Cortesía de Hannah Rose)
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